La naturaleza estalla de esplendor, haciendo deslumbrar este día de primavera, donde los árboles se copan de hojas de un color verde esplendoroso y sugerente, el cielo es de un azul sublime y el sol brilla y se refleja en el río, parecen quedar lejos los días en que los árboles estaban desnudos y apagados y es increíble la fuerza renovadora del entorno, es cierto que Asturias es un paraíso creado como todo por la mano divina de Dios todopoderoso, a quien tenemos que agradecer cada día poder admirar estas maravillas.
Por eso al pensar en alguna creencia o religión, hay que conocer que lo creado es motivo suficiente para plantearnos la existencia de Dios, de un Dios Creador, de un Dios Orden, de un Dios Original, en definitiva, de un Dios Amor.
Cuando habitas en un lugar como este, no hace falta más que mirar a nuestro alrededor, el padre jesuita Jorge Loring escribió “si paseas por la playa un día que ha bajado la marea, conoces, por las huellas en la arena, si lo que pasó por allí antes que tú fue un hombre, un perro o un pájaro, lo mismo vamos a hacer nosotros para averiguar la existencia de Dios. Vamos a conocer a Dios por las huellas que ha dejado en la creación” es por eso que, mirando la belleza de la creación, aunque no veamos al Creador, sabemos que existe y que ha pasado por aquí.
Es que resulta curiosa la teoría del caos, donde expresa que todo se creó del caos y que todo es producto de la casualidad, verdaderamente es bastante contraproducente puesto que por experiencia el caos siempre ha dado lugar a un caos mayor, nunca he visto en toda mi vida que producto del caos pueda surgir el orden perfecto, sin embargo, en el planeta tierra se respira por todas partes orden, hermosura, armonía y ahora que somos capaces de entender el funcionamiento del Cosmos y del Universo todavía resulta más factible pensar en la Omnipotencia de Dios.
Todo lo creado desde su origen es impactante, el movimiento de las estrellas es tan exacto que se pueden hacer almanaques, las órbitas de los planetas son tan ordenadas, que se predicen los eclipses con años de anticipación, de igual manera conocemos en nuestro planeta el cambio de las estaciones y cuándo amanece y cuándo oscurece con total precisión, todo sigue un Orden perfecto.
Cuando descendemos a las cosas pequeñas descubrimos que Dios sigue siendo igual de maravilloso en lo pequeño que en lo grande y observamos en la naturaleza toda la belleza del reino animal, la perfección de un pequeño colibrí que además puede volar hacia atrás al igual que hacia adelante ; la indescriptible hermosura de una flor, ¡¡de todas las flores!!, la maravilla incomparable del adn, Todo en el universo que conocemos, desde lo más grande hasta lo más pequeño sigue unas leyes y las leyes no existen si alguien no las crea, la Ley presupone una inteligencia que la creó ajena a ella misma.
¡¡Ante tanta maravilla no podemos sino alabar a Dios!!.