Los Ángeles “son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales”, su existencia es dogma de fe, está testimoniada en numerosísimos pasajes de las Sagradas Escrituras y habiendo sido sometidos a una prueba, algunos de ellos sucumbieron por haberse declarado en rebeldía contra Dios, pecaron y fueron condenados, son los demonios que fueron condenados para siempre al infierno, son por tanto Ángeles caídos.
Desde entonces la existencia de estos seres demoníacos se concentra en odiar a Dios y tentar a los hombres. En el camino de la conversión y del acercamiento a Dios hubo una época en que al orar se me venían a la mente blasfemias, uno se queda atónito, ¿Qué está pasando? , ¿cómo es posible que acudan a mi mente estos pensamientos en este momento?, descubrí luego que muchas personas han experimentado esas tentaciones de deshonrar lo sagrado cuando están en oración, empiezas entonces a conocer que satanás está presente siempre tentando y descubres que él nunca dejará en paz a los que han decidido glorificar el nombre de Dios en vez de blasfemar.
Dice Sertillanges que la obra maestra de satanás ha sido hacer creer a los hombres que él no existe, sin embargo, la existencia de satanás también es dogma de fe.
La Iglesia Católica ha actualizado recientemente el ritual de los exorcismos, el demonio es un ser inteligente, no humano, que induce a los hombres al mal, en el Catecismo aprendemos que el demonio es persona, así lo considera Cristo pues supone que satanás tiene deseos: le dice a Pedro, “satanás quiere cribaros como al trigo” y San Pedro llama a satanás “nuestro adversario” y afirma que “anda buscando el modo de hacernos daño”, San Pablo dice que “el diablo nos tienta” y para tentarnos “nos engaña” y San Juan le llama “mentiroso”, de hecho satanás es el “gran mentiroso”.
Vienen a mi mente todas esas teorías modernas en las cuales lógicamente se admite la posibilidad de la vida eterna pero no se admite la posibilidad de la condenación eterna por lo que no importa cómo nos comportemos, pues Dios es tan bueno que el demonio no puede existir, el Infierno no puede existir y por tanto hagamos lo que hagamos todo va a ir bien, pero no es así. Efectivamente es tan grande el amor de Dios que nos ha dado libertad, nos ha hecho libres y podemos elegir hacer el bien o hacer el mal, somos criaturas libres para ir al Cielo o ir al infierno.
El padre Slavko “expresó: todos hemos descubierto que el mal habita en nosotros a través de los hábitos que nos tienen cautivos y que nos conducen a la destrucción y al pecado”,” Satanás puede influir directamente en nuestras decisiones, prometiéndonos toda clase de placeres; él siempre intentará apartar nuestra mente del bien e inducirnos al mal”.
Por suerte el poder de Satanás no es infinito, solo es una criatura, el diablo no tiene poder sobre la salvación eterna del hombre, si éste no se lo permite, la Iglesia pone en nuestras manos una cura para el pecado, el Sacramento de la Reconciliación o la Penitencia, así siempre puedes acudir en busca de la sanación porque el Señor nos ha dejado este maravilloso regalo para nuestra curación.
El mensaje de la Santísima Virgen desde Medjugorje, el ocho de agosto de 1985 expresa: “¡Querido hijos! Hoy os invito a librar el combate contra Satanás por medio de la oración, particularmente en estos días (novena de la Asunción). Satanás quiere actuar más intensamente ahora que vosotros conocéis su actividad. Queridos hijos, revestíos de la armadura contra Satanás y vencedlo con el Rosario en la mano. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”.