Los cristianos poseemos un arma poderosa que excluimos en ocasiones por desconocimiento, existe desde 1208, la Santísima Virgen se la mostró a Santo Domingo de Guzmán y le enseñó cómo utilizarla, le indicó además que propagara esa devoción y la esgrimiera contra de los enemigos de la Fe.
Esta arma fue muy utilizada durante casi doscientos años, sin embargo, luego la devoción comenzó a disminuir, fue en ese momento que la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que la reviviera, le expresó que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio de dicha arma y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes a su uso.
Ahora puedes preguntarte ¿ de qué arma tan poderosa y tan especial gozamos y sin embargo desconocemos?, es el SANTO ROSARIO, todos los recordamos de verlo por casa de nuestros abuelos, incluso de nuestros padres y en mi caso lo recuerdo especialmente en mi primera Comunión.
Veamos ahora las promesas que Nuestra Señora hizo para todos aquellos que utilizasen esta PODEROSA ARMA:
1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!
5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá en una muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracia, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.
7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
8.- Quiero que todo el devoto de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.
14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.
Las promesas de nuestra Madre hablan por sí solas, tomemos pues el Santo Rosario en nuestras manos, especialmente en este mes de mayo y teniendo en cuenta que la Santísima Virgen María necesita de nuestras oraciones, formemos un ejército de cristianos que oran y encomendados a la Madre de Dios, podamos ser de utilidad en la batalla entre el bien y el mal.