Según el diccionario de la Real Academia , fraternidad es la relación de afecto y confianza entre personas que se considera propia de hermanos, equivalente a hermandad.
Pero para nosotros los cristianos ¿ la fraternidad tiene el mismo significado ? hoy en el Evangelio de San Juan Jesús nos dice “Este es mi mandamiento que os améis unos a otros como yo os he amado”.
Del mismo modo San Pablo en la primera carta a los Corintios les dice: “Os exhorto pues, hermanos, por el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, a que todos tengáis un mismo lenguaje, y no haya divisiones entre vosotros, sino que viváis unidos en un mismo pensar y un mismo sentir”.
Los cristianos formamos un solo cuerpo porque estamos incorporados a Cristo por el Bautismo , ¿somos conscientes de lo que significa un solo cuerpo?, ¿somos conscientes de lo que significa ser hermanos?, ¿somos conscientes de que ese debería ser nuestro distintivo? ¡ En eso conocerán que sois mis discípulos , si os amáis los unos a los otros!.
Un solo cuerpo se caracteriza por estar coordinado, porque lo que la cabeza piensa luego lo ejecutan el resto de los miembros, forman todos una misma entidad con un mismo objetivo; San Pablo dice a los efesios “Siendo un solo Cuerpo y un solo Espíritu así como habéis sido llamados a una sola esperanza , la de vuestra vocación. Un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo , un solo Dios y Padre de todos”.
Pensad entonces ¡¡ todos estamos llamados a formar fraternalmente ese único gran Cuerpo en el que estamos unidos con Cristo que es quien dirige!!, pues solo el Amor es capaz de coordinar un gran cuerpo como el de la Iglesia, pero tenemos que dejarnos guiar por el Espíritu Santo ,pensad que cada uno podemos obrar de acuerdo a su voluntad y el Señor ha puesto en nuestras manos ¡¡tantos talentos!!, sumemos todos en el gran y maravilloso proyecto que es SER IGLESIA, porque la Iglesia no es el edificio, aunque solemos llamarlo así, ese es el Templo, la Iglesia somos cada uno de los cristianos que unidos formamos el Cuerpo cuya cabeza es Cristo.
¿Por qué no nos dejamos entonces iluminar por el Espíritu Santo? Podemos así colaborar todos según los dones que hemos recibido para formar comunidades más fraternas, podemos trabajar unidos para conseguir un mundo más justo y más honesto donde el centro sea el Amor y la Misericordia, donde nos sobrellevemos unos a otros con Amor y poder con nuestra vida ser ejemplo y distintivo y anunciar el Evangelio con hechos y obras , para así poder sentir aquellas palabras maravillosas “Mirad como se aman”.