Hace unos años pude conocer de la existencia del padre Pablo Domínguez Prieto, aunque para entonces ya había fallecido, murió descendiendo el Moncayo,. Visualizando la película titulada “la Ultima Cima” dirigida por Juan Manuel Cotelo, fue que pude descubrir su grandeza, esta película trata sobre su obra y su vida que fue todo un ejemplo de sencillez y servicio al prójimo, consejos ,ejemplos y enseñanzas maravillosas que ahora Pablo nos grita desde el cielo.
Unos días antes de ascender al Moncayo, Pablo dirigió unos ejercicios espirituales a las monjas cistercienses de Tulebras en Navarra, esos ejercicios han sido publicados en un maravilloso y esperanzador libro titulado “Hasta la Cumbre” que es un reflejo fiel y espontáneo de quien era el padre Pablo, escrito con un profundo amor y un entrañable sentido del humor, no puedes evitar sentir esperanza y alegría y ataques espontáneos de risa al leer todas sus anécdotas.Aprovecho la oportunidad de comentarles sobre un capítulo de ese libro que se titula “la Comunión de los Santos”, he de confesar que, a pesar de haber dicho esas palabras durante toda la vida en el Credo, hace poco tiempo que sé lo que significan, pero él lo explica con una frase “Vamos todos encordados” y de esa manera expresa la importancia de la Comunión de los Santos dentro de la Iglesia.
La Iglesia está compuesta por una gran familia, parte de ella peregrina por la tierra, otra parte se encuentra en el Purgatorio, preparándose para el Cielo, Iglesia Purgante, y en tercer lugar tenemos la Gran Iglesia Triunfante, los Santos, los cuales están presentes en nuestras vidas, nos apoyan con su oración e interceden desde el Cielo por nosotros, solo tienes que encomendarte a ellos, ya que siempre nos esperan y protegen.
El padre Pablo Domínguez, hace una reflexión de la Comunión de los Santos comparándola con la figura del montañismo de “ ir encordado”, ¿qué significa esto? , en la Iglesia todos los fieles forman un solo cuerpo, el bien producido por uno se comunica a los demás; en la montaña los escaladores muchas veces para superar con éxito glaciares y grietas “se encordan”, se enganchan todos a la misma cuerda de modo que si el primero va a un ritmo fuerte, todos se ven obligados a ir a ese ritmo, si el primero va despacio, todos tienen que ir más lentos porque la cuerda debe estar siempre estirada, el ir encordados garantiza la seguridad de todos pues tú no dependes de ti únicamente, todos estamos unidos, de esa manera en la Iglesia los Santos interceden por nosotros y ellos y nosotros intercedemos por la Iglesia del Purgatorio.
El padre expresó: “¡la Comunión de los Santos aporta una dimensión radiante a la vida cristiana ¡vamos unidos todos; hay un jaleo de cuerdas por todos lados…. Encordados, todos, ¡qué precioso!. Así estamos en la Iglesia. Nosotros habitualmente somos débiles y pensamos que vamos solos ¡Qué va! Va detrás alguien asegurándonos, nuestro señor Jesucristo.”
Precisamente en el Evangelio de hoy Jesús nos estimula a acercarnos cada día a la Misa para rezar y recibir su Cuerpo, cuando lo hacemos no solo recibimos una nueva vida, sino que la irradiamos a otros esa nueva vida.
El papa Francisco expresó: «Así como es lindo después de comulgar, pensar nuestra vida como una Misa prolongada, nos lleva al fruto de la presencia del Señor y con El al mundo que nos rodea, no olvides que el Señor toma todo lo nuestro y lo ofrece al padre.»