El Pecado Original resuena en nuestros oídos como un cuento antiguo, una historia o fábula, sin embargo es algo real, con lo que cada ser humano nace como consecuencia de la herencia recibida de nuestros primeros padres.
Para entenderlo mejor vamos a pensar en algo práctico, a pesar de que cada uno de nosotros tenemos en nuestras mentes los mejores y más altruistas deseos, es innegable que a la hora de la verdad y en la práctica solemos tender de forma innata a hacer lo contrario; los buenos deseos se agolpan en nuestros corazones pero en la realidad triunfa muchas veces el mal, quiero hacer más ejercicio y sin embargo me tiro en el sofá y no me muevo, quiero emprender una buena acción o una buena obra y a la hora de la verdad no la hago, tenemos una tendencia innata a hacer lo que no está bien ; si fuimos creados perfectos por nuestro Padre Eterno ¿ por qué tendemos con tanta facilidad al mal? .
Dios creó a nuestros primeros padres en estado de gracia, perfectos y libres, y en señal de su soberanía les dio un mandato para que demostraran su fidelidad; sin embargo , el hombre creado en la justicia por instigación del demonio desobedeció el mandato de Dios y de esta manera Adán y Eva cometiendo el pecado Original (es decir el primero ) introdujeron el Pecado en el mundo y con él todos los demás pecados y por su puesto la muerte.
Cuando nacemos a la vida natural nacemos muertos a la gracia, es por medio del Sacramento del Bautismo que el hombre empieza a vivir la vida de la gracia, mediante el Bautismo lavamos el Pecado Original que todo ser humano hereda de sus primeros padres .
En su infinita misericordia Dios uno y trino realizó la gran Obra de la Salvación; por medio del Espíritu Santo Jesús nació de María (la Nueva Eva ) , la Bienaventurada siempre Virgen María dio a luz a Nuestro Señor Jesucristo (Dios-Hijo ) y ambos han venido a instaurar de nuevo la Alianza que Adán y Eva rompieron , ¿cómo lo han hecho ? Entregando sus vidas a la voluntad del Padre Celestial sin reservas, Jesús derramando hasta la última gota de su sangre por nuestra redención, padeciendo lo impensable y muriendo para poder resucitar y redimirnos, dejándonos los Sacramentos entre los que está Él mismo que se nos da como alimento y dejándonos La Palabra como guía en nuestra vida; la Santísima Virgen María siendo fiel en todo a la voluntad de Dios y entregando a su único Hijo, sufriendo como Madre en el alma todo lo que su Hijo sufría y padeciendo lo impensable para por medio de ambos instaurar la Nueva Alianza.
Hemos sido redimidos y salvados , ¡¡Gloria a Dios!!