En España se veneran dos Santos Cálices, de ambos la tradición dice que fueron los utilizados por Jesús en la última Cena; uno está en Valencia y otro en la Colegiata de San Isidoro en León; Si les quitamos a los dos el oro y piedras preciosas con las que están adornados y embellecidos , vemos curiosamente que ambos se parecen muchísimo , vemos también que son del mismo material, ágata; de la misma manera ambos se componen de dos partes , la parte superior que es la copa y una parte inferior que es como un cuenco volteado, una base.
Algunas personas dicen que ninguna de las dos puede ser la verdadera, otras otorgan la autenticidad a una o a otra, pero si usamos la lógica, qué casualidad que ambas sean tan idénticas, que ambas sean de época romana y del siglo I. ¿Y si las dos hubiesen estado presentes en la Última Cena y ambas fueran verdaderas? .
Para los ritos de purificación los judíos utilizaban recipientes de piedra, pensaban que los recipientes que se rompían con facilidad eran impuros, por tanto el material que vemos en estas copas , el ágata , material pétreo semiprecioso, perfectamente podría casar con las copas que en la fiesta más importante de los judíos se pudiesen utilizar. La época también concuerda, son de manufactura romana, siglo I; recordemos que en aquella época Roma tiene subyugado al pueblo de Israel. Lo único que parece no cuadrar demasiado es que haya dos cálices, ¿tiene esto algún sentido? Vamos a conocer un poco la tradición judía para comprobarlo.
La cena de Pascua se llama Seder, que significa orden. Y éste se constituye en torno a cuatro copas de vino:
“En la víspera de pascua, cuando se avecina el tiempo de Minjá (sacrificio vespertino), nadie debe comer hasta que no anochezca. Incluso el más pobre de Israel no comerá mientras no esté reclinado en la mesa, y no tendrá menos de cuatro copas de vino, aunque sea de los de la olla popular” (Mishná, capítulo 10, Masejet Pesajim).
Tomar las cuatro copas de vino era obligatorio para todos, incluso hasta para el más pobre, a quien le resultaba muy difícil poder acceder al vino. La primera copa es la que nos introduce a la celebración. Es la copa de la bendición, el Kiddush. La segunda copa se sirve y da inicio a la liturgia pascual, donde se relata la historia de lo que pasó en el éxodo a través de un orden particular, y otros ritos entre el padre de la mesa y el niño menor. Se explican los símbolos de las comidas especiales de este día y se canta el salmo 113.
La tercera copa está relacionada con la cena, la comida. El pan sin levadura, las hiervas amargas, y demás.
De acuerdo a la Mishná, está prohibido tomar vino entre la tercer y cuarta copa (Mishná, capítulo 10.7, Pesajim). Entre éstas, se cantan los salmos del 114 al 118 y al finalizarlos se toma la copa final.
Vemos por tanto que hablar de varias copas en una cena Pascual judía no es algo extraño ni raro, si unimos todos estos cabos sueltos , ¿no parece perfectamente posible que hubiese podido existir más de un Cáliz utilizado por Jesús en la Última Cena? , obviamente solo uno de ellos sería en el que se celebró la primera Eucaristía , pero habiendo sido utilizados por Jesús cualquiera de ellos hubiera sido guardado y atesorado con infinito amor y así haber podido llegar a nuestros días .