Hoy 24 de Octubre conmemoramos a San Antonio María Claret, santo catalán que fue arzobispo de Cuba desde 1851 a 1857. De acuerdo con una conocidísima tradición oral junto con escritos que se conservan por la Congregación que el Santo fundó, existen unas profecías que el Santo recibió.
El Padre Claret estaba recorriendo las zonas montañosas de Santiago cuando se le presentó la Virgen de la Caridad para predecirle el futuro de Cuba, profecía que luego el sacerdote transmitió a sus feligreses y miembros de su congregación.
La Virgen le reveló “hablaba de un joven muy osado (NDR, Castro) que subiría por esas mismas montañas con las armas en la mano, y después de unos años bajaría triunfante con una espesa barba, acompañado de otros hombres también barbudos y con largos cabellos”.
“Esos jóvenes traerían, colgando de sus cuellos, medallas de la Caridad del Cobre y crucifijos que en poco tiempo dejarían de usar, para luego negar con vergüenza sus creencias”.
La profecía agrega que el joven líder “sería aclamado por todos a causa de numerosas reformas de beneficio popular, se iría apoderando poco a poco de todo el poder, sumiendo al pueblo cubano bajo una férrea dictadura que duraría 40 años, en los cuales Cuba sufriría numerosas calamidades y penurias. Finalmente, ese hombre moriría en la cama”.
Tras su fallecimiento, continúa la profecía, “se produciría un corto período de inestabilidad y enfrentamientos, en los que incluso llegarían a producirse algunos derramamientos de sangre, aunque luego la nación cubana volvería a levantarse poco a poco hasta llegar a ocupar un destacado lugar en el ámbito internacional”.
En febrero de 1857, el padre Claret volvió de regreso a España al ser nombrado confesor de la Reina. Fue despedido por una multitud en el puerto de Santiago de Cuba.
Tiene pensamientos tan hermosos como aquel que dice “ Orar es pensar en Dios, amar a Dios y dirigir a la mayor Gloria de Dios todo lo que digas y hagas, es pedir a Dios para ti y para los otros “; gran devoto del Santísimo Rosario al que consideraba la reina de las oraciones , lo alababa como un gran libro en el que todos deberíamos de leer los admirables ejemplos de Jesús y María.
En este mes del Santísimo Rosario que San Antonio María Claret nos ayude a rezarlo y meditarlo con más devoción.