Hoy 13 de Octubre se cumplen 100 años de la última Aparición de la Santísima Virgen en Fátima a los tres pastorcitos; fue en esta última Aparición que la Santísima Virgen dijo que era Nuestra Sra. Del Rosario y pidió que construyesen en aquel lugar una Capilla en su honor y que continuasen rezando el Rosario todos los días.
Asimismo aquel día se produjo el conocido como Milagro del Sol, unas setenta mil personas lo pudieron ver; el hecho fue explicado por varios diarios portugueses , «O SÉCULO» y “O DÍA” un diario de Lisboa que en su edición 17 de Octubre de 1917 relata los hechos de la siguiente manera:
» A la una en punto de la tarde, mediodía solar, la lluvia cesó, el cielo de color gris nacarado iluminaba la vasta región árida con una extraña luz. El sol tenía como un velo de gasa transparente que hacía fácil el mirarlo fijamente. El tono grisáceo madre perla que se tornó en una lámina de plata que se rompió cuando las nubes se abrían y el sol de plata envuelto en el mismo velo de luz gris, se vio girar y moverse en el círculo de las nubes abiertas. De todas las bocas se escuchó un gemido y las personas cayeron de rodillas sobre el suelo fangoso…..
La luz se tornó en un azul precioso, como si atravesara el vitral de una catedral y esparció sus rayos sobre las personas que estaban de rodillas con los brazos extendidos. El azul desapareció lentamente y luego la luz pareció traspasar un cristal amarillo. La luz amarilla tiñó los pañuelos blancos, las faldas oscuras de las mujeres. Lo mismo sucedió en los árboles, las piedras y en la sierra. La gente lloraba y oraba con la cabeza descubierta ante la presencia del milagro que habían esperado. Los segundos parecían como horas, así de intensos eran.”
Asimismo el padre de Jacinta y Francisco describió los hechos de la siguiente manera:
Podíamos mirar con facilidad el sol, que por alguna razón no nos cegaba. Parecía titilar primero en un sentido y luego en otro. Sus rayos se esparcían en muchas direcciones y pintaban todas las cosas en diferentes colores, los árboles, la gente el aire y la tierra. Pero lo más extraordinario para mi era que el sol no lastimaba nuestros ojos. Todo estaba tranquilo y en silencio y todos miraban hacia arriba. De pronto pareció que el sol dejó de girar. Luego comenzó a moverse y a danzar en el cielo, hasta que parecía desprenderse de su lugar y caer sobre nosotros. Fue un momento terrible.
Con la Santa Misa en el día de hoy con motivo del Año Jubilar en el aniversario de los cien años de la última aparición se podrá ganar la indulgencia plenaria concedida por el Papa para este día.