Este próximo domingo 22 de octubre celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, este año titulada “Sé Valiente, la Misión te Espera” , el título abre un abanico de infinitas posibilidades, pero vamos a analizarlo un poco en detalle.
Es cierto que cuando pensamos en la Misión , nuestra mente viaje automáticamente a países lejanos , África, América, Asia, visualizamos por lo general niños en situación de pobreza extrema, pero nunca pensamos en nuestra propia comunidad y en nuestra parroquia, parece que el Domund es algo que nos traslada muy lejos.
El Santo Padre, como siempre que ocurre un gran acontecimiento , ha enviado a la Iglesia un escrito que nos invita a reflexionar sobre esta jornada del Domund.
Nos habla de la importancia de la Misión sostenida por el poder transformador del Evangelio de Cristo; el Papa Francisco nos explica que el Evangelio es la Buena Nueva, la nueva Vida en Cristo, nos cuenta cómo es Camino, Verdad y Vida. Dios que nos ama tal cual somos, desea sin embargo que nos transformemos en algo mejor, para que esto ocurra hemos de encontrarnos con una Persona de la que nos enamoremos profundamente, esa persona es Jesucristo, presente en el mundo de hoy en medio de nosotros.
La primera Misión la tenemos entonces dentro de nosotros mismos, la primera transformación ha de ser en nuestro interior, hemos de encontrar la Vida Nueva, la Vida de Cristo Resucitado, no hemos de irnos a diez mil kilómetros de distancia, la Misión empieza ahora y aquí mismo.
En segundo lugar nos habla de la Misión y el Kairos de Cristo, una vez encontramos la Alegría del Evangelio hemos de contagiarla a otros, el Anuncio del Evangelio nunca termina porque a través de él Cristo vive en medio de nosotros, se hace contemporáneo nuestro, el Papa nos dice “Su Resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo .Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la Resurrección. Es una fuerza imparable”(Exhort. Ap. Evangelii gaudium, 276).
El Papa nos explica cómo la Misión inspira una espiritualidad de éxodo continuo y de esa manera “se trata de salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”.
El Santo Padre menciona especialmente la esperanza de la misión, que está en los jóvenes, y nos dice “qué bueno que los jóvenes sean callejeros de la fe”, por último la carta termina recordando a nuestra Madre del Cielo, “hacer Misión con María, Madre de la Evangelización”.
El texto se puede leer en su totalidad en el siguiente enlace:
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/missions/documents/papa-francesco_20170604_giornata-missionaria2017.html