ORACIÓN AL SANTO ÁNGEL DE ESPAÑA Ángel de España, tan olvidado y ultrajado, a ti acudimos en estas horas cruciales. Bendice a nuestra Nación e implora a Dios para que guarde a España de tanto castigo y de las guerras. Por tu intercesión pedimos perdón al Padre Eterno, y ayuda para que España vuelva a ser mariana y que nos dé la Paz de Dios. Amén.
Hace 80 años España se encontraba en una situación social política y económica muy parecida a la que hoy tenemos, se pretendía deslegitimar a las instituciones del Estado, se daban rebeliones callejeras de anarquistas indignados; en este escenario en 1920 el rey Alfonso XIII, toda la familia real y representantes del Gobierno que en aquella época presidía el conservador Eduardo Dato, asistieron en Madrid a la entronización de una imagen del Ángel Custodio de España, en un altar de la iglesia de San José, en Madrid. La imagen había sido trasladada desde el Cerro de los Ángeles, y se había proyectado como modelo para un gran monumento nacional, que extendiese esta devoción, hoy casi olvidada.
Por desgracia en los años 30 comenzó la persecución religiosa, las imágenes del Cerro fueron profanadas por los republicanos, y la del Ángel Custodio -que porta en su mano una corona, un escudo de los reinos de Castilla, León, Navarra y Aragón, y que lucía las borbónicas flores de lis en su capa , todo un desafío para los fieles de la República- se salvó de las llamas porque los milicianos respetaron la Iglesia al estar dedicada a san José (que era obrero).
Pero la devoción al Ángel de España no nació el siglo pasado, ya existía cuando la invasión de las tropas francas de Carlomagno, en el siglo VIII, y también en la victoria de Las Navas de Tolosa, en 1212, con la que comenzó el principio del fin de la Reconquista, y en la que un misterioso pastor guió a las tropas cristianas para emboscar a los moros, y luego desapareció.
En 1624, en la obra El Bernardo, que canta la Victoria de Roncesvalles, contra Carlomagno y los musulmanes, se menciona al Angel Custodio de España , era tanta la confianza que había en El que Fernando VII tras la Guerra contra Napoleón y con el país totalmente arruinado solicitó -y consiguió- que el Papa León XII nombrase a tan celestial protector co-patrón de España, junto a la Inmaculada Concepción y a Santiago Apóstol, y aprobase una fiesta litúrgica con oficio propio.