El Pastor cuida de su rebaño día tras día, no se limita a pelar a sus ovejas cuando debido al calor se les despoja de la lana, no se limita tampoco a las labores puramente formales, sino que cada día sale con sus ovejas a los pastos y mientras pacen las vigila y cuando una se pierde ,el buen pastor la busca como si fuese la única porque se preocupa por cada una de ellas ; si no puede caminar la carga y la lleva al hombro , llegada la noche las encierra en el refugio para que duerman en paz y así día tras día.
En el mundo de hoy existen muchísimas parroquias y la labor pastoral de los sacerdotes, debido en gran medida a la escasez de pastores , se limita a una mera labor litúrgica ; es preciso llevar a cabo trámites burocráticos, hay que celebrar gran número de Eucaristías, hay que hacer muchas cosas concretas pero la labor de acompañamiento a las familias, a los parroquianos, a las ovejas en definitiva, se va quedando olvidada.
El mundo de hoy no es el mundo de hace unos años, la realidad ha cambiado enormemente, es la realidad que existe y con la que los cristianos tenemos que interactuar.
El Santo Padre nos anima a ,sin romper con todo, pues tampoco Jesús vino a abolir la ley sino a llevarla a su plenitud, ir a lo Esencial, ir a lo Profundo; el Papa nos recuerda que la relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, tampoco un cumplimiento de actos externos que no llevan a un cambio real de vida, el Santo Padre nos dice que “No es el apego a la explicitación de una doctrina, sino la experiencia de la presencia amigable , viva y operante del Señor” lo que pone en marcha al discipulado.
En segundo lugar el Santo Padre nos dice que hay que Renovarse, dejar comodidades y apegos, no dejarnos dominar por el miedo, nos dice que el Espíritu siempre zarandea a la Iglesia para renovarla y nos recuerda como “ El Señor del Sábado nos invita a ponderar lo normativo cuando está en juego el seguimiento”.
Recordemos que Jesús fue condenado por curar en Sábado , por hacer obras de misericordia en Sábado, porque en su tiempo se anteponía el cumplimiento de la Ley al Amor y Jesús , ante todo , es Amor.
Tenemos que tener todos presente que la labor evangélica va mucho más allá de la mera impartición de Sacramentos, va más allá de la labor litúrgica, ambas son una consecuencia no un comienzo ; primeramente es preciso tener un encuentro con el Señor y eso solo lo podemos experimentar a través de la labor pastoral, a través de la vida parroquial.
Las Parroquias y los Pastores deben de ser una unidad de vida y amor de la cual las familias , los jóvenes, los niños, en definitiva todos, quieran formar parte y los que hoy somos Iglesia , con la ayuda de Dios, hemos de poner los medios para que esto sea así.