Es este año bendito de la Misericordia, este período de Cuaresma y Semana Santa, en que recordamos vivamente todos los hechos acaecidos en los últimos días de la vida de Jesús, el momento perfecto para conocer a Santa Faustina Kowalska (1905 – 1938) una Santa canonizada por el papa Juan Pablo II el 30 de abril del año 2000, a la que Jesús hizo promesas extraordinarias que quedaron expresadas en el Diario de la Santa.
A las almas que confían:
“El alma que confía en Mi misericordia es la más feliz porque yo tengo cuidado de ella” (Diario 1273).
“Ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad” (Diario 1520).
A quienes veneren la imagen de la Divina Misericordia:
“Yo prometo al alma que venere esta Imagen que no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo, el Señor, la protegeré como a Mi propia Gloria.” (Diario 48).
“Por medio de esta Imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso que cada alma tenga acceso a ella” (Diario 570).
“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta Imagen con la firma: Jesús en Ti confío” (Diario 327).
Significado de la imagen de la Divina Misericordia:
«Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios» (Diario,299).
Aprovechemos este Año, aprovechemos este momento único que estamos viviendo ahora para acercarnos a la infinita Misericordia de Jesús, al maravilloso regalo del sacramento de la penitencia.