En el maravilloso Evangelio que leemos hoy , San Mateo dice así:
“ Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré , tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y así encontraréis alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera. “
En el mundo actual vivimos sobrecargados de actividades, nuestros trabajos nos ocupan la mayor parte del tiempo y el ritmo de nuestras vidas es frenético, parece que no dispongamos de un poco de paz.
Las personas con enfermedades mentales cada vez son más numerosas, los suicidios han alcanzado un nivel altísimo, Asturias tiene el mayor de toda España; la sociedad nos dice que hay que evitar el sufrimiento, que siempre hay que ser feliz , si no es así no vale la pena vivir ; pero la vida no siempre es alegría y el hombre de hoy no está preparado para afrontar el sufrimiento, vienen entonces todo tipo de evasiones para escapar del mundo real, y así se busca la felicidad en el trabajo excesivo, en el alcohol, en las drogas, etc. , luego las mentes y los cuerpos enfermos necesitan tratamientos antidepresivos, calmantes, relajantes, pero no se ataja la raíz del problema.
El mejor antidepresivo “Mirar a Jesús”, “Escuchar su Palabra” , el más efectivo que existe en el mundo .
El Sufrimiento no es algo que no sirve para nada, el Sufrimiento tiene un valor infinito a los ojos de Dios, por eso Él nos llama y nos dice “Venid a Mí los cansados y agobiados y Yo os aliviaré”, porque Dios es el único que lo puede todo, la mejor medicina, el medicamento que no falla; si confiados abandonamos nuestros sufrimientos y nuestras penas, nuestros avatares en Sus Manos, los unimos al supremo sufrimiento que fue el que Jesús experimentó por cada uno de nosotros y se los ofrecemos amorosa y dulcemente al Padre, de pronto aquel yunque que te aplasta parece ir reduciéndose de peso y se convierte en algo mucho más liviano, la perspectiva cambia, ya no eres arrollado por él, Jesús te ayuda .
En el mundo existen muchos templos católicos, en cada uno de ellos Jesús te espera en el Sagrario para llenarte de su Amor, para hacerte feliz pues Él te ama infinitamente.