Hoy 21 de Junio conmemoramos y nos alegramos con San Luis Gonzaga que es el patrón de la juventud católica pues el Señor se lo llevó con Él a la tierna edad de 23 años, pero en ese poco tiempo de vida consiguió llenar sus manos de bienes y regalos con que presentarse ante el Altísimo de forma que consiguió ser Santo.
Hoy más que nunca la juventud necesita ejemplos extraordinarios que se salgan de lo ordinario y vulgar del mundo , ejemplos de vidas inigualables y preciosas, vidas que inspiran y nos ayudan a ser mejores.
Nació en Lombardía , Italia, en 1568, hijo primogénito de los príncipes de Castiglione, renunció a favor de su hermano al título de príncipe que le correspondía por derecho, pues ya desde pequeñito ansiaba entregarse a Dios y cuando llegó a la adolescencia quiso formar parte de la Compañía de Jesús, en Roma.
Fue un novicio modelo, entregado totalmente al servicio de los más necesitados, sobre todo de los enfermos; estando en Milán y por revelación divina San Luis comprendió que no le quedaba mucho tiempo de vida, aquel anuncio le llenó de alegría y apartó aún más su corazón de las cosas de este mundo, su corazón ya estaba en el Corazón de Jesús ; por consideración a su precaria salud fue trasladado de Milán a Roma para completar sus estudios teológicos.
En 1591 se desató una fuerte epidemia de fiebres en Roma causando miles de muertes, los jesuitas abrieron un hospital y el Santo trabajó con heroísmo de forma incansable , instruía, consolaba, cuidaba a los enfermos , los atendía incluso en las tareas más humildes y desagradables.
Trabajó con los enfermos en San Giacomo, en San Juan de Letrán, en Santa María de la Consolación y en el hospital improvisado que se hizo junto a la Iglesia del Gesú, allí fue donde él enfermó y con 23 años volvió a la casa del Padre con una vida rica en experiencias .
Fue canonizado en 1726, que su ejemplo nos ayude a ser Santos , a comprender la voluntad de Dios para nuestras vidas y a tener la fortaleza de llevarla a cabo.