El pasado Domingo 18 de Junio celebramos junto con toda la Iglesia Universal en Arriondas, la Solemnidad del Cuerpo de Cristo ; veneramos a Jesús vivo en la Eucaristía, conmemoramos que Jesús quiso quedarse con nosotros hasta el final de los tiempos en la Sagrada Hostia, de tal manera que allí se encuentra tal y como se encuentra en el Cielo, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.Nuestros ojos ven pan y vino , nuestro paladar lo saborea pero nuestros sentidos nos engañan , la fe y la experiencia de Jesús nos hace sentir la divinidad en la Sagrada Comunión, por eso sabemos que Cristo vive en la Eucaristía, su Corazón late en el pan y en el vino consagrados, es un auténtico misterio de Amor y entrega , es por eso que le adoramos en el Sagrario y le colocamos en la Custodia para adorarle, amarle y darle gracias.
Es tanto el Amor que Jesucristo nos tiene que nos espera en cada Sagrario constantemente, ¿somos conscientes realmente de que Dios nos espera a cada uno con infinito amor en el Sagrario? ¿somos conscientes realmente de que el Corazón de Jesús late con infinito Amor esperando encontrarse con cada uno de nosotros en el Sagrario?, ¿qué nos ha pasado en estos últimos tiempos que hemos dejado de adorar a Dios en Cristo Jesús? .
En cualquier museo de la Iglesia se encuentran los Antiguos Monumentos para exponer a Cristo Eucaristía el día del Corpus, son monumentos hermosos, porque todo es poco para Dios, y aunque Él realmente no necesita de nada ni de nadie para brillar , es hermoso poder ofrecerle un monumento o una custodia bella para acompañar a lo más Bello , lo más valioso que existe sobre la faz de la Tierra, al Amor de los Amores, al Sagrado Corazón de Jesús.
Por ello es precioso ver a Jesús Eucaristía salir en procesión por las calles de nuestros pueblos, de nuestras ciudades, para que bendiga nuestras casas, para que se acerque a nuestros hogares, que nos mire y se apiade de nosotros, porque necesitamos que el Corazón de Jesús pase a nuestro lado y nos diga como a Mateo, “ Sígueme “, como a Zaqueo “Baja pronto que hoy tengo que quedarme en tu casa”, necesitamos su llamada y sentir su Amor porque como decía San Agustín “Nos hiciste Señor para Tí, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Tí.”