Uno de los Milagros Eucarísticos mejor documentados procede de Argentina y es muy reciente, el milagro ocurre en 1996 en Buenos Aires, una Sagrada Hostia profanada se deposita como es costumbre en agua para que se diluya ; en vez de eso para el asombro de todos el 26 de Agosto de 1996 al abrir el Sagrario, la Hostia se había convertido en una sustancia sanguinolenta. El entonces cardenal Jorge Bergoglio da las instrucciones para que se le hagan fotografías profesionales, fotos que fueron tomadas el 6 de Setiembre.
Tres años más tarde se contacta con el Dr. Ricardo Castañón Gómez para estudiar el fenómeno y en Octubre en presencia de representantes del Cardenal se toma una muestra del fragmento ensangrentado y se envía a Nueva York para ser analizado sin informar de su procedencia; el laboratorio Neoyorquino concluye que se trata de tejido muscular de corazón humano vivo.
Cinco años más tarde, en 2004, el Dr. Gómez contactó con el Dr. Frederick Zugibe , un famoso cardiólogo y patólogo forense y le pidió evaluar una muestra de prueba, una vez más sin decirle nada acerca de su origen.
El Dr. Frederic Zugibe determinó que la sustancia analizada era de carne y sangre que contiene el ADN humano. Zugibe declaró que: “el material analizado es un fragmento del músculo del corazón que se encuentra en la pared del ventrículo izquierdo, cerca de las válvulas. Este músculo es responsable de la contracción del corazón. Hay que tener en cuenta que el ventrículo cardíaco izquierdo bombea sangre a todas las partes del cuerpo. El músculo cardíaco está en una condición inflamatoria y contiene un gran número de células blancas de la sangre. Esto indica que el corazón estaba vivo en el momento en que se tomó la muestra. Mi argumento es que el corazón estaba vivo, ya que las células blancas de la sangre mueren fuera de un organismo vivo. Él requiere de un organismo vivo para mantenerlo. Por lo tanto, su presencia indica que el corazón estaba vivo cuando se tomó la muestra. Lo que es más, estas células blancas de la sangre habían penetrado el tejido, lo que indica, además, que el corazón había estado bajo estrés severo, como si el propietario hubiera sido severamente golpeado en el pecho“.
El Dr. Zugibe concluyó que era inexplicable obtener tejido vivo de un corazón y al interesarse por la procedencia de la muestra se le informó de que la muestra provenía de una Hostia Consagrada (pan blanco sin levadura ) que llevaba en agua más de tres años , con lo cual determinó que no había manera de explicar científicamente este hecho. Sorprendido por esta información, el Dr. Zugibe respondió: “cómo y por qué una hostia consagrada puede cambiar su carácter y convertirse en carne viva y sangre humana seguirá siendo un misterio inexplicable para la ciencia, un misterio totalmente fuera de mi competencia“.
San Juan en el Evangelio de hoy nos relata claramente como Jesús dice “Yo soy el pan vivo bajado del Cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”; en esta expresión no se dan metáforas ni simbolismos, realmente el Corazón de Jesús late vivo en la Eucaristía.