La Cuaresma es ,como dice el padre Artemio , un “período fuerte” principalmente en Tierra Santa . En nuestra vida cristiana y en Jerusalén especialmente, tiene resonancias muy especiales; los frailes franciscanos van haciendo un recorrido a lo largo del período Cuaresmal , ellos lo llaman “itinerario penitencial”, siguen los pasos de Jesús, recorren los lugares por los cuales Jesús pasó mientras vivió entre nosotros, y de esta manera van visitando cada uno de los Santuarios , Dominus Flevit, Gestsemaní, Flagelación, Litóstrotos, Betania y en cada lugar dicen “aquí el Señor nos amó”.
Este precioso itinerario nos hace revivir y renovar de forma plena la presencia de Jesús en nuestra tierra, entre nosotros, en cada uno de esos lugares Jesús nos amó hasta el extremo, todo termina en el Calvario y en el Santo Sepulcro.
Hoy vamos a conocer un poco el Dominus Flevit (significa “El Señor lloró “); en las faldas del monte de los Olivos, que es un lugar especialmente rico en recuerdos bíblico-cristianos, a mitad de altura más o menos, nos encontramos un precioso santuario, es una pequeña capilla en forma de lágrima que se restauró en 1955 sobre los restos de una construcción bizantina, hoy en día todavía quedan vestigios de la Iglesia bizantina ; la cuida, la custodia y la anima litúrgicamente la Custodia de Tierra Santa, los frailes de San Francisco.
Desde el Dominus Flevit se disfruta de una vista espectacular de Jerusalén, sin duda privilegiada ; la construcción está diseñada de tal manera, que a través de un enrejado podemos contemplar la ciudad Santa en todo su esplendor.
En este lugar bendito se recuerda el llanto y las lamentaciones de Jesús sobre la Ciudad :
Si conocieras también tú en este día lo que te lleva a la paz! Sin embargo, ahora está oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti en que no sólo te rodearán tus enemigos con vallas, y te cercarán y te estrecharán por todas partes«. Lucas 19, 41-44.
En el Santuario que recuerda que Jesús lloró, nosotros los cristianos recordamos en Cuaresma que también aquí el Señor nos amó.