Este año 2017 , desde el día 18 al 25 de Enero , la Iglesia celebra y reza por la unidad de los Cristianos; el lema que este año se ha utilizado dice “Reconciliación: el Amor de Cristo nos apremia”; llevamos unos días leyendo pasajes en los cuales vemos la importancia de la unidad, ayer en el Evangelio de San Marcos Jesús decía “Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir” ; ya en los primeros años San Pablo se ponía serio en sus epístolas y pedía unidad entre los cristianos pues comenzaba a haber diferencias.
Hoy en día los cristianos que somos todos familia y todos bautizados , estamos separados por grupos, de un lado los ortodoxos que dominan en oriente, de otro lado las Iglesias protestantes y por último los católicos. Si somos una familia no podemos permanecer separados y por tanto debemos de orar y hacer lo posible para nuestra reconciliación.
Sabemos que la oración es increíblemente poderosa y es nuestra obligación como hijos de Dios colaborar cada uno en la medida que podamos para lograr este precioso fin ; estos ocho días las celebraciones ecuménicas giraron en torno a unos temas para nuestra reflexión:
Primer día ( 18 de enero ): Uno murió por todos
Segundo día ( 19 de enero ): Ya no vivan más para sí mismos
Tercer día (20 de enero) : A nadie valoramos con criterios humanos
Cuarto día (21 de enero) : Lo viejo ha pasado
Quinto día (22 de enero): Una nueva realidad está presente
Sexto día:(23 de enero) Dios nos ha reconciliado con él
Séptimo día (24 de enero) : El ministerio de la reconciliación
Octavo día (25 de enero) : Reconciliados con Dios
Todos somos hermanos, Cristo murió por cada uno de nosotros, es nuestra obligación estar reconciliados, como dice el slogan de este año “el Amor de Cristo nos apremia”, no es algo que debemos dejar de lado, es algo “urgente” y “necesario”.
Puesto que nosotros solos no podemos, pidamos al Padre Eterno que por los méritos infinitos de su Hijo Jesús nos envíe al Espíritu Santo para que entre en cada corazón y lo llene de gracias y dones y podamos los cristianos formar por fin un solo cuerpo .