En el Evangelio de ayer San Juan nos narra “ Al día siguiente Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, ¿sabemos lo que ésto significa? .
El pueblo hebreo presentaba a Dios ofrendas y sacrificios de animales, tanto la Biblia hebraica como el Talmud ordenaba y explicaba la variedad de ofrendas que se podían realizar. Los sacrificios de animales se hacían de forma constante en el Templo por los sacerdotes, la Ley establecía que los primeros frutos de la tierra, los primeros nacidos de animales debían ser ofrecidos a Dios.
El sacrificio de corderos jugaba un papel muy importante en el Templo, aparte del cordero pascual, cada día de mañana y de tarde se sacrificaba en el Templo un cordero por los pecados del pueblo (Éxodo 29:38-42); para realizar estos sacrificios existía todo un ritual en el que se debían de seguir unos pasos y unas formalidades exactas finalizando con la quema de la ofrenda pues por el fuego Dios la recibía.
Muchos eran los corderos que se necesitaban para llevar a cabo todos los rituales necesarios en la religión judía ; la mayoría de ellos se criaban en Belén, tierra de pastoreo , de donde se llevaban a Jerusalén.
Vemos por tanto el paralelismo que existe entre Jesús y los corderos, Jesús es el perfecto y último sacrificio realizado por el pecado, Isaías denominó a Cristo como “una ofrenda por el pecado”: » Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29), es Dios mismo sacrificado por amor a toda la humanidad pasada, presente y futura ; nacido en Belén al igual que la mayoría del resto de corderos, apresado y llevado atado al Calvario, inmolado en la Pascua derramando sobre Jerusalén al igual que se hacía en el altar del Templo, hasta la última gota de Su Sangre como pago de redención por nuestros pecados.
La hora de la muerte de Jesús se corresponde con la hora del sacrificio de la tarde en el Templo, Jeremías nos habló de Aquel que sería traído como cordero inocente que llevan a degollar , aún a pesar de todos los profetas el pueblo judío no entendió lo que ocurría y es que aquellos textos y aquellas palabras no explicaban una comparación o una metáfora, los profetas hablaban de cómo sería el Mesías realmente, hablaban de una realidad ; Aquel que liberaría al pueblo de Israel no lo haría demostrando su poder y su divinidad frente a la opresión romana, Aquel que liberaría a toda la humanidad y le abriría las puertas del Cielo , lo haría dejándose degollar como un cordero, víctima pura, inocente e indefensa.