Se cumplen en 1700 años del nacimiento de San Martín de Tours y ello es un motivo de Acción de gracias a Dios por el testimonio de su vida. Un Santo de gran popularidad en el Pueblo cristiano que hizo que se divulgara mucho su devoción y se extendiera por el mundo. En nuestra Diócesis de Oviedo son unas cuantas las Parroquias que se encuentran bajo su patronazgo y numerosísimas las Capillas a él dedicadas.
Nació en Panonia, Hungría, en el 316. Sus padres eran paganos y él conoce el Cristianismo en Pavía, donde realizó sus estudios. Su padre , que era militar , para desviarle del Cristianismo le obligó a ingresar en el Ejército. Martín cumplió sus obligaciones militares con aspiraciones cristianas. Vida ejemplar de militar y monje, valentía y vida en santidad y caridad. Conocidísimo es el suceso que siendo militar y yendo a caballo con capa imperial , en pleno invierno, encontró un mendigo tiritando de frío y con un gesto de generosidad partió la capa y le dio la mitad al mendigo. Y por la noche en sueños vio a Jesús envuelto en su manto, sonriéndole agradecido.
San Martín va ser discípulo de San Hilario de Poitiers, maestro de la vida eremítica y después va a fundar dos monasterios de vida monástica contemplativa. Pero más tarde va ser elegido Obispo de Tours (Francia) y entonces será Ordenado Sacerdote y Obispo. Como Obispo asumió con gran empeño y celo la formación del clero, la implantación de la vida consagrada fundando más monasterios y la evangelización de los pobres. Buscó nuevos caminos para evangelizar trabajando incansablemente y luchando contra la tergiversación del mensaje cristiano ( en aquellos tiempos aparecían muchas herejías), las idolatrías, las supersticiones, la miseria humana, las manifestaciones del mal.
San Martín fue un hombre admirado por su sabiduría y amado por su bondad y caridad, con sus obras y palabras manifestaba su alma de apóstol que conmueve con el corazón y reflejaba en todo el ejercicio de su ministerio de pastor, el amor misericordioso de Dios a los hombres .
Fueron muchos e intensos sus viajes apostólicos, fueron muchas sus obras de caridad, hasta agotarse sus fuerzas físicas y le sorprende la muerte durante una visita pastoral. Se veía morir y sus discípulos le piden que no les deje huérfanos y él dirigiéndose a Dios le dice: “Señor, si tu pueblo todavía me necesita, no rehusó el trabajo; pero, hágase tu voluntad”.
Estamos ante un verdadero ejemplo de caridad, vivida en todos los estados por los que pasó: militar, eremita, monje, obispo. Su ejemplo nos ayude y estimule, en este Año de la Misericordia que estamos culminando, a vivir siempre la caridad y la misericordia con autenticidad como expresión de nuestro ser cristianos y siendo así en todo momento testigos de Jesucristo. Por ello rezamos en este día con toda la Iglesia: Te pedimos, Señor, entregarnos por entero a tu servicio como San Martín de Tours y concédenos aceptar plenamente tu voluntad para vivir siempre tuyos, en la vida y en la muerte. Amén
El Señor por intercesión de San Martín bendiga a nuestra Parroquia de Arriondas y a todas las Parroquias que le tienen como Patrono.
Adolfo Alvarez. Sacerdote