La Vida es un don de Dios, un gran regalo que nos da el Creador del Universo, personalizado en cada uno de nosotros. Nos relata la Biblia la creación del primer hombre con su cuerpo material y su alma espiritual e inmortal, por eso la teoría de la evolución no puede nunca explicar al ser humano, porque el cuerpo puede venir por evolución pero el alma no, el alma solo puede darse por intervención divina y así nos encontramos que hoy siguen existiendo homínidos que no son humanos a pesar de haber transcurrido millones de años.
Y fue que por Amor Dios dijo “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…….” Y “Dios creó al hombre a imagen suya” y además de la vida animal surgió la vida espiritual.
Por tanto somos de Dios, Decía Pío XII “El hombre no es propietario de su cuerpo, solo lo tiene en usufructo”, Dios nos da la vida, nos ha pensado y nos ha amado antes de ser engendrados, del mismo modo llegado el momento nos la pide y se la hemos de entregar porque es suya , nosotros disponemos de ella con libertad mientras la tenemos.
Puesto que el hombre ha recibido la vida de manos de Dios , debe usarla de acuerdo con la voluntad de Dios. En el mundo de hoy se ha dado por bueno el hecho de interrumpir la vida por distintos motivos, tales como un bebé no deseado, una enfermedad, etc., sin embargo vemos con malos ojos cómo se quita la vida de un animal o de una planta .
Justificamos el aborto porque una mujer puede hacer con su cuerpo lo que quiera, otro argumento que se utiliza es que el feto no es humano hasta que tiene una edad determinada, ninguna de estas dos justificaciones se sostiene por sí misma, los médicos y los científicos confirman que desde el momento de la concepción el zigoto es vida humana, asimismo afirman que genéticamente es una vida nueva, ya es un individuo diferente a su madre, contiene toda la información genética propia, ya está diseñado para ser único, es una realidad biológicamente distinta.
El otro argumento que justifica que el feto no es humano hasta que tiene una edad determinada no hay médico que lo certifique, siempre existe y queda la duda y ante la duda me gusta recordar un ejemplo precioso que contaba asiduamente el padre Jorge Loring, “si nos dan una caja cerrada y nos dicen que dentro no saben si hay un niño vivo o un gato muerto y nos piden que la tiremos al mar, no podemos tirarla con la duda de que dentro esté un niño vivo, si lo hiciésemos seríamos unos asesinos”. Por eso ante la duda no se puede justificar el quitar una vida.
Del mismo modo comprendemos que el hecho de que una persona enferma y desesperada quiera suicidarse no implica que debamos poner fin a su vida, si vemos en un puente a alguien a punto de tirarse porque está desesperado , no nos acercamos y le damos un empujón, procuramos hacerle entrar en razón, le sujetamos, le convencemos, pues la vida es un don precioso dado por Amor que debemos valorar, cuidar y gestionar adecuadamente hasta el momento en que debiendo entregarla tengamos que dar cuenta de lo que hemos hecho con ella.