Se celebra hoy, celebramos toda la Iglesia una Fiesta entrañable: el aniversario de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, construida por Constantino y que es la Catedral de Roma. Tiene el significado de ser “la madre de todas las iglesias” y en frase de San Ignacio de Antioquía “preside a todos los congregados en la caridad” que han pasado a ser piedras del Templo de Cristo por el don del Bautismo. Surgió en el siglo III en el Laterano, en terrenos de una noble familia de este nombre caída en desgracia bajo el emperador Nerón, cuya propiedad pasó a ser del Emperador. Fue cedida a la Iglesia por el Emperador Constantino I en señal de gratitud a Cristo. Fue consagrada por el Papa San Silvestre en el año 324 un nueve de noviembre.
La Fiesta de hoy no se reduce a un simple recuerdo histórico, tiene un sentido teológico y espiritual muy profundo, hacia el cual nos llevan y ayudan a vivirlo la Palabra de Dios de este día.
Hemos de descubrir la riqueza teológica y espiritual del Misterio de la Iglesia. Dios habita en medio de nosotros: “mi morada –dice el Señor- estará junto a ellos, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Ezequiel 37,27).
La Basílica de San Juan de Letrán es símbolo de la unidad de todas las Comunidades cristianas con Roma y nos recuerda que todos estamos construidos sobre el mismo cimiento de Jesucristo. Cada uno de nosotros participamos en la construcción de la Iglesia, somos Iglesia, somos templos del Espíritu Santo.
Los bautizados somos espiritualmente edificio de Dios (1 Corintios 3,9). Los cristianos somos Pueblo de Dios, el cimiento es Cristo, y somos templo del Espíritu Santo y hemos de producir frutos de amor. Hemos de dar culto a Dios en Espíritu y en Verdad. Hemos de ofrecer a Dios nuestra vida a ejemplo de Jesucristo.
Hemos de mantener limpio este templo que somos cada uno de nosotros, no ensuciándolo por el pecado y debemos mantenerlo iluminado con la luz de las buenas obras. Dios quiere entrar en nuestra alma lo mismo que cada uno entramos en la iglesia, en el templo nos dice San Cesáreo de Arlés.
Esta Fiesta nos ayude a que nuestros Templos sean Lugar donde vivimos el encuentro con Dios y también a que cada uno de nosotros, templos vivos de Dios, seamos para los demás también lugares de encuentro con Dios.
Adolfo Álvarez. Sacerdote