Al lado del río Sella que corre risueño , rodeado de la belleza de la naturaleza asturiana, entre árboles y prados verdes, se encuentra desde tiempos inmemoriales el Monasterio y la Iglesia de San Pedro de Villanueva, hoy reconvertido en Parador Nacional.
Es curioso cómo nos acostumbramos a lugares de tanta belleza por el mero hecho de verlos muy a menudo, sin embargo en ocasiones nos sentimos presos de nuevo de su hermosura como si los acabásemos de conocer.
Se cree que el monasterio fue levantado en tiempos de Alfonso I, la leyenda cuenta que se construyó sobre el palacio de Favila, hijo de Pelayo y segundo rey de Asturias que murió despedazado por un oso. Las primeras noticias que tenemos totalmente fiables se remontan al siglo XII, hace casi mil años, época en la que se construye el Templo. El conjunto consta del Templo, la Torre, el Claustro y las dependencias del monasterio, hoy en día está todo restaurado reconvertido en Parador Nacional, pero no hace mucho se conservaba como antiguamente.
En la Marcha Anual de los jóvenes a Covadonga, autobuses de toda Asturias llegaban a Cangas de Onís repletos de jóvenes, muchos de ellos se quedaban a dormir con sus sacos en el antiguo Monasterio de Villanueva, el claustro se conservaba como en la antigüedad, allí a primera hora de la mañana se servía un chocolate para desperezar y empezar la caminata al Santuario ; se podían ver cómo eran las cocinas del monasterio, antiquísimas y la enorme chimenea que todavía hoy se conserva.
Con la restauración todo ha cobrado una imagen más cuidada aunque distinta , el interior de la bellísima Iglesia Románica presenta un aspecto un poco desaliñado, es Iglesia Parroquial y está abierta al culto todos los sábados a las seis, también se utiliza para alguna boda o algún acto concreto.
La Iglesia es espectacular, sus portadas representan uno de los más bellos ejemplos del labrado en piedra del románico astur; la decoración con florones y con bellas escenas caballerescas , Favila a caballo despidiéndose de su mujer con un beso es una de las más famosas junto con la del rey Favila luchando con el oso , son únicas y preciosas.
Los ábsides están decorados con capiteles cuya característica fundamental es la dualidad o enfrentamiento entre aves y monstruos, ángeles y demonios, oponiendo el Bien al Mal como camino de Salvación, el interior de la Iglesia está lleno de pinturas barrocas, muchas de las cuales ya se están borrando, el paso del tiempo y el clima húmedo de Asturias no ayuda a conservarlas ; la antigua pila bautismal se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional ; el conjunto de San Pedro de Villanueva declarado monumento histórico artístico en 1907 es una auténtica maravilla única que tenemos el privilegio de tener en nuestra comarca.