Hoy se celebra en nuestra capital , Oviedo, la fiesta de San Mateo , a pesar de que el patrón de Oviedo no es San Mateo sino que es Santa Eulalia que también es patrona de la Diócesis y el Salvador es el titular de la Santa Iglesia Catedral , sin embargo es el primero el protagonista de las fiestas de la ciudad.
¿A qué se debe este hecho tan peculiar? Se debe a la celebración religiosa denominada la «Perdonanza» que tiene su origen en el siglo IX , momento en el cual se comenzaron a venerar las reliquias que llegaron hasta Asturias huyendo de los musulmanes en el Arca Santa, para las cuales fue construida la Cámara Santa por Alfonso II el Casto .
La veneración de tan preciosas reliquias, las cuales se conservan en la actualidad en la Catedral de Oviedo, entre las que destaca el Santo Sudario (conocido en el mundo entero y desconocido para muchos de nosotros los asturianos), hizo que los peregrinos se acercasen hasta la ciudad para vivir el Jubileo de la Santa Cruz y así gozar de indulgencia plenaria. Las concentraciones de personas se hacían entre los días 14 (día de la Exaltación de la Santa Cruz ) y día 21 de Setiembre (día de San Mateo), esto derivó con el tiempo en la celebración festiva de San Mateo, convirtiéndose las fiestas en lo que conocemos hoy en día.
Es una pena ver que con el paso de los años se ha ido magnificando la fiesta popular y sin embargo el sentido de la Perdonanza se ha ido perdiendo , pues a pesar de que todos conocemos la fiesta, pocos somos conscientes del origen y verdadero sentido de la misma.
Vamos ahora a conocer un poco a San Mateo, también llamado Leví fue contemporáneo de Cristo, vivía en Cafarnaúm , junto al lago de Galilea, Cafarnaúm es uno de los lugares de Tierra Santa donde los restos arqueológicos se conservan en el mismo estrato de aquella época, merece la pena ir a conocerlo ; su oficio era el de recaudador de impuestos y renunció a todo para seguir a Jesús.
Este apóstol, a la primera invitación del Maestro, rompió todas las ataduras que le unían con su vida pasada ; dejó de lado sus riquezas, puso en segundo plano a su familia y abandonó su profesión ; su conversión fue sincera y perfecta.
Tras la ascensión de Nuestro Señor, San Mateo predicó por varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles ; poco antes de la dispersión escribió su Evangelio, o pequeña historia de Nuestro Bendito Redentor.
Venantus Fortunatus relata que él sufrió el martirio en Nudubaz.
Dorotheus dice que fue honorablemente enterrado en Hierapolis en Porthia.
Sus reliquias fueron traídas al Oeste, por el Papa Gregorio VII, en una carta al Obispo de Salerno en 1080, testifica que fueron guardados en una iglesia que tenía el nombre de la ciudad. Todavía hoy están en este lugar.