¿Qué es El Ángelus? Seguro que a todos nos suena mucho esta palabra pero ¿realmente sabemos lo que significa? El Ángelus es una devoción de origen franciscano en honor de la Encarnación repetida tres veces cada día: mañana , mediodía y al caer la tarde, al toque de Campana.
Antiguamente era muy común rezarlo , los fieles sabían que aportaba indulgencias y era muy conocido, hoy sin embargo , ha pasado a ser una oración prácticamente olvidada, de la que la mayor parte de las personas ni siquiera sabemos el significado, todavía existen lugares bendecidos en los que a la hora del Ángelus suenan las campanas de la Iglesia y todo el mundo se para esté haciendo lo que esté haciendo, para rezarlo, esta escena me parece preciosa.
El rezo del Ángelus consiste en la repetición por triplicado del Ave María, al cual se le fueron añadiendo de forma intercalada tres versos más y uno de conclusión, además de una pequeña oración.
La oración pertenece a la Antífona de Nuestra Señora “Alma Redemptoris” y su recitación no es de estricta obligación para ganar la indulgencia.
Para el Diccionario de la Real Academia Española , el Ángelus es «Oración en honor del misterio de la Encarnación», básicamente hace una síntesis del mismo, de las personas que intervienen en este gran acontecimiento y de la misión de cada una de ellas, con palabras tomadas de los Evangelios.
San Lucas nos cuenta que el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
- El Ángel del Señor anunció a María. R. Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve, María… Santa María…
- He aquí la esclava del Señor. R. Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve, María… Santa María…
- Y el Verbo se hizo carne. R. Y habitó entre nosotros. Dios te salve, María… Santa María…
- Ruega por nosotros, santa Madre de Dios. R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Realmente es una pena que se pierdan costumbres tan preciosas como éstas, debemos ser conscientes de su valor e importancia y volver a retomar estos regalos maravillosos.