Algunos miembros del grupo de oración de Arriondas se desplazaron ayer jueves en la noche , para celebrar en el Monasterio de Valdediós en Villaviciosa, una hora de Adoración Eucarística con las hermanas que ahora viven allí.
El Monasterio de Santa María de Valdediós está enclavado en la Parroquia de Puelles, concejo de Villaviciosa , a unos ocho kilómetros de la villa. Los primeros monjes que habitaron este lugar lo denominaron por su hermosura Valle de Dios, de ahí que le quedase el nombre tal y como lo conocemos.
El monasterio es de una increíble belleza, fue fundado en el año 1200 por Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla, el pórtico románico de la Iglesia es una auténtica preciosidad , así como el interior de la misma, llegamos ya de noche y con un día muy lluvioso , a pesar de ello el lugar tenuemente iluminado es encantador.
En ese valle ya existía una pequeña Iglesia, conocida con el nombre de San Salvador, que fue construida por Alfonso III el Magno, rey de Asturias, durante el siglo IX. En la actualidad esta pequeña Iglesia se encuentra perfectamente conservada, junto al monasterio, y es considerada como una auténtica joya del arte prerrománico asturiano.
Desde Junio de este año las Hermanas Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús son las nuevas inquilinas del Cenobio, Carmelitas descalzas venidas del Monasterio del Corazón de Jesús y San José de Valladolid.
Ayer compartimos con ellas una hora de Adoración Eucarística ; en un marco tan incomparable se preparó todo para la presencia del Señor, el Altar , las velas, el incienso, los cantos ; desde las instancias superiores bajando por unas escaleras hasta nosotros llegó el Sacerdote vestido de gala con Jesús que nos acompañó y al que estuvimos adorando y mirando , las hermanas cantaban canciones bellísimas , sus voces eran preciosas, la música , el ambiente, el Señor en medio de nosotros, ¡¡cuánta paz!!, uno se olvida un poco del mundo.
Todos los jueves a las nueve y media se puede hacer con estas hermanas Adoración Eucarística, es algo digno de experimentar ; en el mundo de hoy en el que todo va tan deprisa , donde no hay tiempo que perder, la ansiedad y los nervios nos llevan de aquí para allá y ni siquiera de vacaciones las personas consiguen encontrar la paz, encontramos lugares como el Monasterio de Valdediós, lugares de recogimiento y tranquilidad, y que nos ofrecen la experiencia más fuerte que un ser humano pueda sentir, pasar un rato en presencia de Dios mismo, cantándole, amándole, pidiendo por toda la humanidad , tan necesitada de Él y sin embargo tan ausente .
Ayer salíamos del Monasterio ya muy tarde, pero con gran alegría interior y como nos dijo el padre Adolfo experimentando el salmo 126 : “Al ir, van llorando, llevando la semilla; y vuelven cantando, trayendo sus gavillas.”