El veinticinco de cada mes, tenemos el regalo que nos entrega Marija, ayer fue el siguiente:
“Queridos hijos! Hoy quiero compartir con vosotros la alegría del Cielo. Vosotros, hijos míos, abrid la puerta del corazón a fin de que en vuestro corazón crezca la esperanza, la paz y el amor que solo Dios da. Hijos míos, estáis demasiado apegados a la Tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás os agita como el viento lo hace con las olas del mar. Por lo tanto, que la cadena de vuestra vida sea la oración con el corazón y la adoración a mi Hijo Jesús. Entregad a Él vuestro futuro para que en Él seáis alegría y ejemplo para los demás con vuestras vidas. Gracias por haber respondido a mi llamada.”
Nuestra madre del Cielo nos quiere alegres y nos habla de las delicias del Cielo donde solo hay alegría, un lugar perfecto de armonía , felicidad , paz y amor por siempre; además nos enseña el medio para conseguir llegar a esa alegría, a ese Cielo y nos dice “abrid la puerta del corazón a fin de que en vuestro corazón crezca la esperanza, la paz y el amor que solo Dios da”.
No pensemos encontrar la esperanza, la paz y el amor en las cosas del mundo, para lograr ese estado de ánimo hemos de profundizar en Dios, pues solo Él nos llena de todo ello, San Agustín decía “«Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti».
Nuestra Madre insiste en el apego que tenemos a las cosas del mundo, sabe que somos esclavos de las seguridades terrenas, que no son seguridades, aunque pensemos que sí; nos corrige amorosamente y nos advierte de que de esa manera satanás nos maneja a su antojo y por supuesto nos hace infelices, pues nada que venga de él produce ni producirá jamás felicidad, alegría y paz.
La Santísima Virgen María nos recuerda como siempre el valor infinito de la oración con el corazón , que como una cadena nos une al Cielo y en este mensaje nos incluye además la Adoración, ¡cuánto necesita el mundo de la Adoración!, ¡¡Cuánto necesitamos adorar!!, ¡¡si el mundo conociese el infinito valor de la Adoración ……….!!
Y por último antes de dar las gracias, nuestra Madre nos dice que le entreguemos a Jesús nuestro futuro para que en Él seamos alegría y ejemplo para los demás con nuestras vidas, así es que pongamos en sus manos nuestro futuro, nuestra vida, abandonémonos en su Divina Providencia y confiemos plenamente en El, porque El es el Camino, la Verdad y la Vida y como decía Pedro “Dónde vamos a ir Señor, Solo Tú tienes palabras de vida eterna”.