La ciudad de Río de Janeiro ya comenzó a recibir a las delegaciones deportivas de todo el planeta y a miles de turistas que ya disfrutan de las maravillas que brinda la ex capital brasileña. El evento deportivo más antiguo y más importante, los Juegos Olímpicos, está a punto de comenzar.
El origen de los Juegos Olímpicos está rodeado de todo tipo de historias de misterio y seguramente de mucha leyenda. Según el relato del historiador griego Pausanias, el Dáctilo Heracles Ideo y cuatro de sus hermanos corrieron a Olimpia para entretener a Zeus que acababa de nacer. Al ganar, Heracles se coronó con una corona de olivo y estableció la costumbre de celebrar la serie de eventos deportivos en honor a Zeus, cada cuatro años.
Para los griegos antiguos Zeus era el padre de los dioses y los hombres, gobernaba a los dioses del olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el rey de los dioses que supervisaba el universo.
El hombre desde que existe ha necesitado y ansiado a su Dios, del cual ha sentido dentro de sí su llamada y lo ha idealizado de diversas maneras, los griegos imaginaron el Olimpo y crearon los juegos olímpicos para homenajear a su dios, pues ellos sentían en su interior que existe Algo por encima de nosotros, un poder Infinito, Creador de todas las cosas, Algo inexplicable y maravilloso que nos ama , nos guía y nos cuida.
Sin embargo con el transcurrir de los Siglos y aún a pesar de que en el siglo I Dios se hizo hombre para hacerse presente en medio de nosotros y redimirnos, dejando claro Quién es y Qué es, la importancia de Dios sobre todo en Occidente ha ido decreciendo; nos hemos acostumbrado a vivir bastante bien y puesto que tenemos lo que necesitamos, o eso creemos, el acudir a nuestro Dios para agradecerle, para pedirle, para amarle y acompañarle, carece de sentido en nuestros días.
Decimos que Dios es algo a lo que necesitan aferrarse las personas pobres del tercer mundo porque no disponen de lo necesario y necesitan creer en algo, pero nosotros hombres modernos y autosuficientes ya no necesitamos de esas supersticiones.
Sin embargo y a pesar de nuestras deducciones , la realidad es la que es, no varía porque pensemos de una manera o de otra, porque nos sintamos autosuficientes o no, la realidad es que Dios existe, increíblemente nos ama y eso es súper-genial ; en nuestro mundo de hoy no hacemos muchas fiestas estupendas en su honor, de hecho Glorificar a Dios no está muy de moda, sin embargo todas las celebraciones deberían ser en honor suyo, pues no hay nada más hermoso y espectacular que el Amor de Dios y es maravilloso que este año en Rio de Janeiro, los Juegos Olímpicos estén abrazados por el precioso Cristo Redentor del Cerro del Corcovado.