Estamos en los últimos días del mes de Julio, mes dedicado a la Sangre Preciosa de Cristo, en estos días hemos ido viajando por numerosos sitios, hemos conocido devociones maravillosas tales como la Devoción y el Rosario a la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y a sus cinco llagas, también la hora del Getsemaní (Vengan conmigo a Getsemaní) y hemos conocido en Salta el llamado de Nuestro Señor a reparar su Corazón malherido por Amor “Yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, adoradme perpetuamente en reparación”.
Y en este recorrido nos vamos dando cuenta que todos los caminos nos llevan al mismo sitio, al Sagrado Corazón de Jesús, a ese Corazón que sigue desangrándose cada día por su Amor Infinito y en el que desea tenernos a todos seguros y a salvo con Él.
Providencialmente he encontrado un Santo Rosario maravilloso dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, lleva las mismas cuentas que el Santo Rosario normal, de hecho las cinco decenas se dicen en honor de las cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo.
Al comenzar: En lugar del Acto de Contrición, se rezará la siguiente oración de San Ignacio:
Ánima Christi
Alma de Cristo, santifícame.Cuerpo de Cristo, sálvame. Corazón de Cristo, vivifícame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús! Óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. A la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que, con San José, La Virgen María, tus Ángeles y tus Santos Te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos. Amén.
-. Al principio de cada decena: Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro
-. Diez veces: Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío
.- En las cuentas grandes: Inmaculado Corazón de María: Sé la Salvación del alma mía
-. Al concluir la quinta decena: Dulce Corazón de Jesús: Sé Tú mi amor y ten piedad de nosotros Dulce Corazón de María: Ruega por nosotros (Traducido del que se publicó en francés con aprobación del Sr. Obispo de Montreal, Canadá). Corazón de Jesús: ¡Misericordia! Corazón agonizante: Ten piedad de los moribundos Un Padre Nuestro y un Ave María .