Continuamos sorprendiéndonos cada día por la multitud de regalos que la Iglesia, Esposa de Cristo, nos ha dado a través de los Siglos y que hemos tenido olvidados, ocultos, dormidos ; estamos en el mes de Julio conmemorando la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y uno de ellos es la Novena a la Preciosa Sangre , casualmente ha caído en nuestras manos un libro de 1867 titulado Pasión de Nuestro Señor Jesucristo , impresión de B. Ruiz de Esparza .
El libro literalmente comienza así:
Siendo la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, según el piadosísimo Stanihursto, la más terrible de todas las cosas terribles para los demonios y la más maravillosa de todas las maravillas para los ángeles ¿Qué cosa mas digna de ocupar ni más capaz de absorber toda la atención de los hombres que la devoción hacia Aquel por cuyo poder/fuimos creados; por cuya bondad conservados , por cuya caridad redimidos y por cuya Sangre lavados? ¿Ni qué mejor devoción pudiera ofrecérsete, lector piadoso, que una Novena en honra de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, derramada por la salvación del mundo?.
Es importante que recordemos que ya en la ley Mosaica la sangre tiene un significado muy profundo, el pueblo de Israel estando esclavo en Egipto empapó de sangre de cordero las jambas y el dintel de sus puertas para que la maldición pasara de largo (Éxodo), de igual manera se sacrificaban cada año miles de animales para las fiestas en honor a Dios, pues aquello purificaba a los inmundos según la ley de Moisés.
Pero llegó el Hombre Dios y con Él todo cobró un nuevo sentido y un nuevo color y Él pasó a ser el Cordero que lava los pecados del mundo y entregó hasta su última preciosa gota de Sangre por Amor a cada uno de nosotros en particular, como diría Santo Tomás, por Amor a cada ser humano que ha existido y existirá mientras esté el mundo .
Por otra parte , la aspersión de la verdadera agua lustral se estableció para nosotros sobre ésta tierra desde que ella quedó empapada con la Sangre del Salvador, y nosotros podemos disponer de la Sangre de la verdadera Víctima Divina como habla S. Pedro.
Así pues, el mejor regalo que podemos ofrecerle a la Santísima Trinidad es que cada uno de nosotros hagamos lo posible para que no se pierda ni una sola gota de la Preciosísima Sangre de Cristo , tesoro divino que se nos ofrece , adorémosla, invoquémosla, el Señor nos la ofrece toda por Amor, recemos a partir de mañana la Novena.