En el flanco de la colina, existe un huerto y en él una tumba que ha
sido excavada en la roca, al lado una gran puerta de piedra, movida
hacia un lado, si miras en su interior puedes observar desde la
oscuridad que se encuentra vacío, el cadáver de su interior ha
desaparecido, porque ha resucitado, prometiendo el mismo desenlace
para nosotros los que de corazón creemos, Él es el camino la Verdad y
la Vida.
Tardé mucho en comprender que esa tumba es el centro del mundo, porque
irradia desde su centro Esperanza, Amor y Misericordia, ahora entiendo
que haya sufrido a lo largo de los siglos profanaciones y cambios
constantes, unos por amor , otros por odio; pensemos por un momento en
la historia de ese lugar, tras el acontecimiento maravilloso de la
Resurrección de Jesús, en el año 135 de nuestra era, el emperador
Adriano la sepultó bajo un templo probablemente para evitar la
veneración de ese lugar santo por los cristianos, posteriormente
entorno al año 324 el emperador Constantino encargó al obispo de
Jerusalén que encontrara la tumba de Cristo y en ese lugar bendito
construyera una basílica, así de esa manera fue erigida la primera
Iglesia del Santo Sepulcro, pero en este caso por amor , la tumba de
roca donde había reposado el cuerpo de Jesús fue separada de la ladera
, se excavó alrededor de la cámara funeraria y de esa manera cubriendo
de mármol la roca original excavada , se construyó el primer pequeño
edificio o edículo que recubría la tumba , incluido dentro de la
monumental Iglesia construida por el emperador cristiano Constantino.
Casi trescientos años después los persas dañaron el lugar y en el
año 1009 la tumba de nuestro Señor fue destruida a mazazos por Hakim
el Loco.
¡Es increíble! El lugar más sagrado del mundo en un período de mil
años aproximadamente, sufrió todo tipo de alteraciones y
destrucciones.
Hoy en día el sitio donde se encuentra la tumba del Señor, del que
apenas queda una base de roca, está recubierto por un edículo de
1809-1810 , que necesita urgentemente restaurarse, buena prueba de
ello son las barras de hierro que lo apuntalan para mantenerlo y la
buena noticia es que al parecer todas las Iglesias que comparten el
Santo Sepulcro han llegado por fin a un acuerdo para su restauración;
una noticia maravillosa que merece la pena compartir, puesto que para
todos los que creemos en Jesús resucitado , sin duda el Edículo de la
Tumba es el centro del mundo.