Hoy conmemoramos la Anunciación del Señor, el Arcángel San Gabriel se le apareció a la Santísima Virgen María en su casa de Nazaret para anunciarle que había sido elegida por Dios para ser la Madre del Salvador por la gracia del Espíritu Santo ; es ese un momento crucial en la historia de la humanidad, todo el Cielo esperaba atento la respuesta de la Santísima Virgen, pues de su Si dependía la historia de la Salvación , y de esa manera gracias a su “hágase en mí según tu palabra” se produjo el milagro de la concepción de Jesús.
Antes de ser concebidos por nuestros padres, ya Dios nos pensó pues de Dios venimos y a Él volvemos y Él con infinito Amor nos piensa y nos ama ya desde ese primer pensamiento, es de esa manera que cada niño que viene al mundo ha sido ideado, deseado y amado por Dios antes de ser engendrado por sus padres. San Mateo en su Evangelio nos dice: “ Y dijo : De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”, los niños son especiales para Dios, porque en ellos viven multitud de virtudes que a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo; el transcurso de la vida con sus problemas, sus necesidades, sus quehaceres, nos va transformando en lo profundo de nuestro ser y vamos acomodándonos y modelándonos según las circunstancias , unas veces por desconfianza , otras por comodidad, otras por interés, nos vamos instalando en actitudes que nos encierran en nosotros mismos y nos alejan de Dios y de los demás.
Pero Jesús nos quiere abiertos , como los niños, los niños son inocentes, son sinceros, son puros, no muestran más que la cara que tienen, para bien o para mal, no construyen muros alrededor de su corazón , se entregan tal y como son; hace aproximadamente un año nos asombró la maravillosa noticia de una niña cristiana iraquí a la que el Estado Islámico había hecho huir de su casa, convirtiéndola en una niña refugida , como a tantos otros y sorprendidos veíamos como esa niña (Maryam ) con una extraordinaria madurez espiritual perdonaba y rezaba por las personas que la echaron de su casa. En estos días la pequeña Maryam vuelve a salir en los medios, explicando cómo es su vida ahora y rezando para que el corazón de los terroristas del ISIS cambie.
Quisiera que reflexionásemos sobre la importancia de volver a ser como niños, de derribar las murallas que con tanto trabajo y esfuerzo hemos construído alrededor de nuestro corazón, de liberarnos de nuestros prejuicios, de nuestra hipocresía, intentar volver a ser puros, inocentes, sinceros, confiados, aún sabiendo que los demás nos pueden decepcionar porque así nos quiere Jesús, esa es la manera en que podemos acercarnos con más amor a los demás y derribar así también los muros de los corazones de nuestros semejantes.