En este día contemplamos el Segundo Cántico del Siervo (Isaías 49, 1-6). Este Siervo es llamado por Dios ya desde el seno materno, es una elección gratuita, para que cumplan sus proyectos de salvación. Estos proyectos son para todos los hombres pues Dios quiere llegar con el don de la salvación hasta los últimos confines de la tierra.
Jesús es el Verdadero Siervo, Luz para todas las naciones, el que con su muerte reúne a los dispersos, el que va a restaurar y salvar a todos. Este Jesús llama a seguirle a los Discípulos y éstos no van a corresponder todos al Señor como tendrían que hacerlo, así uno se recostará sobre su pecho (Juan) pero uno va a traicionarlo (Judas Iscariote) y otro que alardea de que jamás le fallará y no será así pues le negará (Pedro)
¿Cómo es mi seguimiento de Jesús? ¿Con cual de estos tres discípulos me identifico?
A través de la debilidad del hombre representada por los Apóstoles (uno le traicionará y el otro le promete fidelidad y lo negará) Dios es glorificado. Pero esta debilidad al ser asumida por Dios no tendrá la ultima palabra en la vida del hombre pues será vencida mediante el Sacrificio de Cristo donde contemplaremos la gloria de Dios.