En el mundo de hoy existe un gran peligro para las almas, es el relativismo, “todo es relativo”, es una constante que la sociedad nos invita a respirar, a meditar y a asumir como propia de estos tiempos y de nosotros mismos ; el egoísmo y la soberbia han llevado al hombre al concepto de que realmente todo es relativo, es decir : tiene la importancia que nosotros le demos, según la situación, según las circunstancias.
Pero ¿es esto cierto? ¿es relativa nuestra libertad?, no , nuestra verdadera libertad , la de nuestra alma es perfecta, podemos elegir lo que queramos y la Palabra de Dios nos habla claramente de cuál debe ser nuestra elección; “ Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma , con todo tu ser y al prójimo como a ti mismo.”
En el mundo de hoy parece ser que Dios se ha diluido en una serie de conceptos abstractos, superiores pero que se relativizan totalmente, una energía, una fuerza, “Algo”, pero algo que no influye en nuestras vidas ; se ha hecho un popurrí con los conceptos de lo divino de las distintas civilizaciones del mundo pasado y presente y el resultado es un cóctel de relativismo.
Olvidamos que esto ha existido siempre , incluso antes de Cristo, olvidamos que Dios uno y trino se hizo hombre para enseñarnos la Verdad, Cristo es el Camino ; olvidamos la Verdad porque nos interesa más la mentira que el mundo nos ofrece, es más fácil de seguir, de cumplir; decir que sí a Jesucristo implica comenzar un nuevo camino de vida, que es más difícil puesto que hemos de intentar renunciar a nuestra propia voluntad en muchas ocasiones ,cuando no coincide con la voluntad del Padre, cuesta mucho trabajo renunciar a hacer nuestra voluntad pues nosotros creemos ser más listos que Dios.
El relativismo permite que amparados en ese “todo vale” hagamos siempre lo que nos da la gana, es más , consigue que ni siquiera nos cuestionemos lo que está bien o mal, simplemente seguimos el criterio de “lo que yo quiero”, “lo que me interesa a mí”, “lo que me viene bien”.
Pero lo cierto es que por más que cerremos los ojos o nos escondamos detrás de ese relativismo moral que es tan cómodo “La Verdad existe”, no deja de existir porque nos hayamos vuelto ciegos ; Dios uno y trino existe, nuestra propia Vida, la de cada ser humano es la oportunidad que tenemos para decirle “Sí” , me has creado y me amas , me has querido dar la vida, yo también te amo y aquí estoy.
No caigamos en las mentiras del mundo, no perdamos lo único que poseemos realmente “nuestra alma”.