Natanael, también conocido como Bartolomé, es uno de los Doce . El Libro del Apocalipsis nos dice hoy que la Jerusalén Celestial que brilla como jaspe traslúcido, como una piedra preciosa, tiene una muralla grande y alta con doce puertas custodiadas por doce ángeles y nos dice que la muralla tiene doce basamentos los cuales llevaban el nombre de los apóstoles del Cordero.
Uno de ellos es Natanael, nacido en Caná de Galilea fue presentado por Felipe a Cristo.
Jesús se queda solo hasta que vuelve Felipe con Natanael – Bartolomé.
– He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño. La paz sea contigo, Natanael.
-¿Cómo me conoces?
– Antes de que Felipe fuera a llamarte, te he visto debajo de la higuera.
-¡Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel!
-¿Porque he dicho que te he visto pensando debajo de la higuera, crees? Cosas mucho más grandes que éstas verás. En verdad os digo que los Cielos están abiertos y vosotros, por la fe, veréis a los ángeles bajar y subir sobre el Hijo del Hombre: Yo,
quien te está hablando.
¡Maestro! ¡Yo no soy digno de tanto favor!
– Cree en mí y serás digno del Cielo. ¿Quieres creer?
– Quiero, Maestro. (Poema del Hombre Dios)
De Natanael sabemos que era ya mayor, pero Jesús le dijo “he aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño”; Cristo reconoce la rectitud de corazón de Natanael y él reconoce inmediatamente al Mesías. Los corazones puros y rectos tienen más facilidad para encontrarse con el Redentor; Natanael representa al pueblo de Israel, al pueblo elegido por Dios antes de ser manipulado por el hombre, las verdades reveladas a los israelitas fueron con el paso de los milenios distorsionándose y del decálogo pasaron a los 613 preceptos que convirtieron el judaísmo en una amalgama de leyes en las cuales la principal ” Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo “, perdió su sentido.
El verdadero israelita en quien no hay engaño, reconoció inmediatamente a Dios hecho hombre, cosa que no ocurrió con la gran parte del pueblo de Israel que teniendo ante sí al Hijo de Dios vivo, increíblemente no lo reconoció.
Tras la Ascensión de Jesús a los cielos es tradición que Natanael predicó el Evangelio en la India y en Armenia, donde murió mártir. Todavía con vida le arrancaron la piel y fue decapitado por el Rey Astyages en Derbla , este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto.
Que en este día con la intercesión de San Bartolomé , la gracia nos ayude a ser verdaderos cristianos en quienes no haya engaño.