Estamos en primavera, los amaneceres han cambiado y son preciosos, la luz de la mañana es distinta y el aire huele a nuevo, se respira un delicado frescor, lo mismo ocurre con el Tiempo Pascual , una vez transcurrida la octava de Pascua seguimos celebrando la Resurrección de Jesús hasta Pentecostés, tal es la importancia que tiene para la Iglesia la Celebración Pascual.
La Resurrección de Jesús nos muestra en la liturgia muchísimos signos que debemos conocer, el primero de ellos es el Cirio Pascual, un gran cirio de cera de abeja muy decorado, que permanece encendido durante toda la Pascua en las celebraciones litúrgicas justo al lado del Ambón; el Cirio Pascual representa la Luz de Cristo Resucitado , la Luz que nos alumbra a todos nosotros cristianos , una Luz que cada Pascua se nos muestra viva.
El Cirio tiene una decoración muy especial con un significado muy concreto, posee una Cruz en medio , sobre la cual están las letras griegas alfa y omega que representan que Cristo es el principio y el final, asimismo alrededor de la Cruz se colocan los números del año en que estamos que significa que Jesús es el dueño del tiempo y de la historia y que por siempre son suyos el Poder y la Gloria. Es conveniente colocar en el Cirio en cada extremo y en el centro de la Cruz cinco granos de incienso que simbolizan las cinco heridas de Cristo en la Cruz.
También el Cirio pascual también tiene otra significación: cuando entramos en el Templo a oscuras la maravillosa y solemne noche de Pascua con solo la claridad del Cirio pascual y el humo del incienso, recordamos el paso del pueblo de Israel por el desierto, camino de la tierra prometida, ya que el libro del Éxodo nos recuerda que de día el pueblo era protegido por una columna de nube (el humo del incienso) y de noche una columna de fuego (el Cirio Pascual). Nosotros ahora somos el nuevo pueblo de Israel, el pueblo de Dios, que camina hacia la Resurrección del Señor, hacia el Misterio Pascual, para que nuestra vida quede configurada por el Bautismo a Jesucristo, muerto y resucitado, para que tengamos vida.
Por último ,el Cirio Pascual estará situado durante todo el tiempo pascual hasta Pentecostés al lado del Ambón, a diferencia de las celebraciones exequiales, que estará situado junto al féretro del difunto . Llegados al día de Pentecostés el Cirio se apaga solemnemente, dando así por acabado el tiempo pascual. Entonces, solo se utilizará en el Sacramento del Bautismo y en las Misas Funerales.