El Ayuno es otra de las Armas que la Iglesia nos entrega para caminar estos cuarenta días de Cuaresma preparándonos para la Vigilia Pascual; ya en el mundo judío el ayuno era una práctica de purificación habitual; Jesús, sin embargo, la elevó a la perfección y nos hizo comprender que de nada servía el ayuno si no iba acompañado de amor al prójimo, nos demostró que el ayuno no es un formalismo, es un acto de amor.
En nuestro mundo el ayuno ha dejado de tener importancia, prácticamente ha desaparecido y si alguien hace mención del tema, se le mira como a un bicho raro. Jesús nos demostró que es preciso el ayuno junto con la oración para vencer a Satanás, nuestra Madre no cesa de repetir que ayunemos para estar fuertes frente al mal, para ayudarla a Ella a ayudarnos, ¿A qué esperamos para empezar?.
En las primeras comunidades cristianas el ayuno era una práctica habitual, el Libro de los Hechos nos narra que para la imposición de manos para preparar a los discípulos, primeramente oraban y ayunaban : «la comunidad después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron» (a Pablo y Bernabé en misión).
En la Iglesia primitiva el Libro de los Hechos nos narra también que cuando designaban presbíteros hacían oración y ayunos para encomendarlos al Señor. El mismo Jesús nos dio ejemplo y San Marcos nos cuenta como Jesús explicó a los discípulos que había demonios que solo se podían expulsar con ayuno y oración.
San Mateo y San Lucas nos revelan a Jesús en el desierto orando y sin comer ni beber nada por cuarenta días para vencer las tentaciones de Satanás, preparándose para la batalla que tenía que enfrentar.
Nuestra Madre del Cielo, la bienaventurada siempre Virgen María nos insiste en la importancia de la oración unida al ayuno, y de esa manera en Fátima nos dijo :
-El ayuno tiene el poder de prevenir guerras y catástrofes naturales (Fátima) .
Asimismo en Medjugorje ahora en nuestros días, nuestra Madre insiste una y otra vez que ayunemos a pan y agua los miércoles y los viernes:
-«Practicad el ayuno, porque con el ayuno obtendréis que se realice completamente el plan que Dios tiene. Con esto me daréis una gran alegría» -«les invito a la oración y al ayuno. Con vuestra ayuda puedo hacerlo todo y obligar a Satanás a dejar de instigar a las almas.» -«Orad y ayunad, sólo así podréis conocer todo el mal que hay en vosotros y ofrecerlo al Señor, a fin de que pueda purificar vuestros corazones de todo».