Por la evangelización: Ayudar a los cristianos perseguidos.
Jana participó en una mesa redonda del congreso, que tuvo lugar en la Facultad de Teología de Granada y que abordó, además de la persecución religiosa, la cuestión del Dios Trinidad y del ecumenismo. De hecho, quedó de manifiesto la relación entre los temas, pues, por ejemplo, de la persecución está naciendo lo que se llama ecumenismo de sangre. Ella puso voz a personas que ya no la tienen y que sufren atrocidades en el mundo solo por dar testimonio de su fe: «Aida iba con su hija en el autobús con su hija de 4 años. Un soldado del Estado Islámico le quiso quitar a su hija amenazándola con matar a las dos. Aida lloró amargamente por la pérdida de su hija, pero tiene la valentía de perdonar, como Jesús en la cruz, a los captores».
Otra periodista siria, Hanne Masaad, puso de manifiesto la situación en la que viven los cristianos en el país: «Están en medio de una guerra atroz e inhumana. No son héroes. Son cristianos que siguen en serio a Jesús. Para ellos, Jesús no es una teoría, sino una persona por la que están dispuestos a perder todo, a morir».
El testimonio de los cristianos de Oriente lo completó el obispo de Alepo y presidente de Cáritas Siria, monseñor Antoine Audo, que afirmó que «los medios no hablan de los dos millones de sirios en Alepo que diariamente son bombardeados en sus escuelas y hospitales por el Estado Islámico. Antes de la guerra, en Alepo había 160.000 cristianos. Hoy solo quedan 30.000. ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha hecho Occidente ante esta realidad?»
Los cristianos de Siria –añadió– no comparten que allí exista persecución, sino más bien «una instrumentalización de la minoría cristiana en Siria para aterrorizar al Occidente cristiano». Monseñor Audo explicó la manera en que los cristianos dialogan en su ambiente con los cristianos de otras confesiones y con los musulmanes. Sobre esto último, dijo: «La guerra ha intentado provocar luchas entre cristianos y musulmanes. Pero ha sido en vano». Y añadió, al hablar de cómo viven los seguidores de Jesús está situación, que «somos pocos, frágiles y estamos amenazados, y sin embargo orgullosos de ser cristianos».
(Alfa y Omega, nº 1002, 1 diciembre 2016)
Es una colaboración del Apostolado de la Oración de Venezuela con el Centro de Oración Ángel Pandavenes de Arriondas.