Continuamos nuestro viaje por las montañas de Judea, estamos en Ain Karem, respiramos el aire del monte y disfrutamos de la preciosa vista rocosa y llena de cipreses; tras visitar la Iglesia de la Anunciación, volviendo a bajar por la colina, del otro lado del pueblo, llegamos a la otra Iglesia franciscana, San Juan de la Montaña.
Hoy el Evangelio nos narra el nacimiento de San Juan Bautista, dentro de este Templo hay una gruta que la tradición identifica como el lugar de nacimiento del precursor; en el plano Arqueológico de la Iglesia encontramos un baño ritual del siglo I, una Capilla de la Zona Sur del siglo VII, la Iglesia cruzada del Siglo XI o XII, apreciamos en ella las huellas de muchísimos siglos de destrucción y renacimiento.
La parte más antigua y venerable se encuentra en la Cripta , en una cueva a la que llegamos bajando unas escaleras , éste era un lugar de reunión y recuerdo de los primeros cristianos para orar en el mismo lugar donde había nacido San Juan Bautista.
La Iglesia fue restaurada en 1674-75 con mucha ayuda por parte de la Corona Española, en su interior podemos ver toda la decoración con azulejos españoles azules y blancos y detalles de los escudos de Castilla y León.
Al igual que ayer cantábamos el Magnificat de la Santísima Virgen María, hoy Zacarías al recuperar su Voz , nos regala el Benedictus (Lucas 1, 68-79 ), el canto de adoración de un hombre que por fin comprende, «Nos visitará el Sol que nace de lo alto , para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»
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