Hagámonos esta pregunta ¿Te has encontrado realmente con Jesús de Nazaret? , si es así tu existencia ya ha dado un giro de 180º y si no lo es te espera la experiencia más bella de tu vida pues El te está buscando para encontrarse contigo, abre bien los ojos, despierta tus sentidos, ábrele las puertas de tu corazón y déjalo entrar.
San Mateo nos cuenta hoy en su Evangelio que caminando a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme y yo les haré pescadores de hombres”. Inmediatamente , ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Así es Jesús de Nazaret, en el momento en que tienes con El un encuentro personal “inmediatamente” cambia tu vida y se comienza a caminar en una nueva dirección con otro destino y otras metas; San Pablo en la lectura de hoy nos dice “ Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó serás salvado. Pero,
¿Cómo invocarlo sin creer en El?
¿Y cómo creer sin haber oído hablar de El?
¿Y cómo oír hablar de El si nadie lo predica?”
Es por eso que Jesús de Nazaret te está buscando, pasea por tu casa, por tu barrio, te busca en el trabajo, esperando la oportunidad de que lo puedas percibir y te está llamando para tener un encuentro personal con Él , para que de verdad creas en tu corazón que Dios lo resucitó y para poder transmitir esta gran noticia, La Buena Nueva , la noticia más extraordinaria que jamás ha existido en la historia de la Humanidad, la Salvación del hombre, la Felicidad Eterna.
Jesús nos busca individualmente a cada uno de nosotros, a cada uno de los seres humanos que habitan nuestro planeta , nos llama por nuestro nombre , nos conoce mejor que nosotros mismos y nos dice “Síganme”, nos invita a extender por todo el orbe su Palabra, su Voz, porque quiere que llegue hasta los confines del mundo pues la Buena Nueva ha de ser conocida por todo ser humano .