Constantemente en las redes sociales se divulgan cadenas de oración que comienzan siendo bonitas pero que en un momento dado dan un giro de 180% que las convierte en una superstición, y por tanto dejan de ser una oración grata a Dios, esto ocurre cuando la petición va acompañada por ejemplo de palabras como “Comparte esta oración en tu muro o tendrás siete años de mala suerte”, “Comparte y no te faltará el dinero, la salud, la buena suerte, el amor”, etc. etc.
Es muy importante que sepamos que creer en serio cosas supersticiosas (mala suerte del nº 13, cadenas de oraciones, mala suerte al pasar bajo una escalera, horóscopos, etc.) no viene de Dios y si no viene de Dios sabemos de quién viene.
No es posible compatibilizar la confianza en Dios y en su infinita misericordia, con atribuir a cosas creadas poderes que son exclusivos de Dios.
El ser humano o es religioso o es supersticioso y se da la curiosísima circunstancia de que personas que no creen en las verdades de Dios porque dicen que no resultan probadas , creen sin embargo en las mentiras y engaños de adivinos, brujos y espiritistas y no las ponen en duda ni las cuestionan.
La superstición es la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de los acontecimientos, se puede definir como una degradación de la fe, una credulidad basada en contenidos mágicos que se atribuyen a unas palabras o a unas acciones, por esto es “ muy importante que sepamos que Solo Dios conoce el futuro y solo Dios puede revelarlo a sus profetas” .
En contraposición a la superstición tenemos la Providencia de Dios, San Jose María Rubio nos aconsejaba “Hacer lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace”, hemos de confiar siempre en que los planes de Dios son para nuestro bien.
Dios es el único ser todo perfecto, en Él debemos poner nuestra confianza como hijos pequeños que somos, pensando que lo que desea para nosotros es lo mejor y hemos de hacer oídos sordos a esas cadenas que circulan por internet que poniendo como excusa o como gancho imágenes de Jesús o de María o incluso de Santos, para que confiemos en Ellos, sin embargo tienen el efecto contrario, alejarnos de la confianza en la Providencia de Dios e imbuirnos en ese mundo oscuro de la superstición donde lejos de habitar el bien habita el mal.
Muchas veces incluso los cristianos desconocemos estas cosas e inocentemente nos dejamos llevar por todo este tipo de mensajes ; hemos de lograr un conocimiento de nuestra fe lo suficientemente maduro y tener la inteligencia necesaria para tomar decisiones adecuadas y alejarnos de todo tipo de supersticiones.