El Santoral Católico celebra hoy 16 de Agosto, entre otros dieciocho Santos, a San Roque, un Santo especialmente querido , muy popular y venerado por la multitud de favores que siempre ha obtenido desde el Cielo ; conocer la vida de nuestros Santos nos inspira , nos da ejemplo y nos renueva por dentro.
San Mateo nos cuenta hoy en el Evangelio : En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos “Creedme: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos, Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja”, esta afirmación se hace realidad con San Roque, que al quedar huérfano vendió toda la herencia familiar para entregar los beneficios a los pobres, y de esta manera, pobre, comenzó su peregrinación hacia Roma.
La vida de San Roque es bastante difusa, según el gran historiador de vidas de santos, Martirià Brugada, uno de los textos más fieles que nos narra su vida es el «Acta Brevoria», un escrito anónimo y redactado probablemente en la zona italiana de la Lombardía hacia el 1430 ; San Roque se cree que nacería hacia el 1300 en Montpellier, peregrinó en la época en la que la peste hacía estragos en Italia, en su trayecto atendía a los enfermos que se encontraba, acompañándolos y en muchos casos obrando milagros.
San Roque puso su vida al servicio de Dios en todos los sentidos, haciendo de la caridad hacia el hermano su estandarte; se cuenta que como consecuencia del trato constante con los enfermos, él mismo enfermó , y para no resultar peligroso para otras personas se retiró a un bosque solitario, cuenta la tradición que en aquel lugar surgió un aljibe de agua cristalina para refrescarlo.
Se explica, que cuando nuestro Santo se trasladó al bosque para no infectar a los vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba un panecillo. El animal lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli, el cual, después de ver la escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, caminó hacia el bosque donde encontró al pobre moribundo.
Ante la sorpresa, se lo llevó a casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas.
Es de esta manera que se representa a San Roque como un peregrino, lleno de llagas, enseñándonos las heridas de sus piernas y con el perro a su lado .
Una vez curado, Roque decidió volver definitivamente a Montpellier, pero en el norte de Italia, en el pueblo Angera, a orillas del lago Maggiore, unos soldados, acusándolo de espía, lo arrestaron y lo encerraron en prisión.
Es confuso el lugar de su muerte y es todavía más dudosa la ubicación de su tumba, aunque es muy probabe que San Roque falleciera en Anguera. Hoy en día se venera su memoria en muchísimos lugares , donde San Roque es recordado y querido.