Resulta algo curiosísimo muy poco conocido , que en los primeros tiempos del cristianismo se creó la llamada Paloma Eucarística , que era un Sagrario con forma de paloma, de hecho al Sagrario también se le denominó “Columbario”.
La paloma ha representado en el Nuevo Testamento la bondad y el Espíritu en contraposición con la maldad , de hecho Jesús dijo : “«Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas.»”.
En la vida de Jesús la paloma aparece en los momentos en los que se hace presente la Santísima Trinidad representando a la tercera persona, el Espíritu Santo:
«Luego que fue bautizado Jesús, subió inmediatamente del agua. Y se le abrieron los cielos; y vio al Espíritu de Dios descender en forma de paloma y posarse sobre él, al tiempo que una voz venida de los cielos decía: Éste es el Hijo mío, el amado, en quien me complazco.»
Desde los primeros tiempos del cristianismo la paloma simboliza a la persona de Cristo en su transformación eucarística, puesto que el sacerdote eleva al Padre para que envíe el Espíritu Santo sobre el pan y el vino y los transforme en el Cuerpo y la Sangre de Jesús diciendo “Santifica estos dones con la efusión de tu Espíritu”.
En la Vida de San Basilio ,atribuida a Anfiloquio, ( pensemos que San Basilio es un Santo que se cree que vivió del año 330 al 379 ), se lee lo siguiente:
“Basilio, habiendo llamado a un orfebre, le hizo hacer una paloma de oro puro en la cual depositó una porción del cuerpo de Cristo, y la suspendió encima de la mesa santa como una figura de la paloma sagrada que apareció en el Jordán encima del Señor durante su bautismo.”
Ya en la época de San Basilio se utilizaba, sin embargo es a partir del s. XI, cuando se comienza a usar habitualmente para la custodia de la Sagrada Eucaristía.
La paloma eucarística, labrada en metal o plata, estaba colocada sobre un disco o base. Los sistemas para suspender la Paloma Eucarística eran varios. Generalmente solía ir colocada sobre una bandeja o sobre una especie de lámpara.
Tres o cuatro cadenillas sostenían el plato inferior y lo unían con otro superior que servía de cubierta. Entre ambos estaba situada la paloma. Un velo de lino o de seda blanca envolvía el conjunto y hacía las veces de verdadero conopeo.
Una cuerda o cadena que bajaba de la bóveda del templo, servía para subir y bajar este Sagrario en el momento de la Comunión o del Viático. Se prestaba gran atención a la cuerda que lo sostenía colgado para evitar que se produjese cualquier ruptura.
Nos sorprendemos cada día con descubrimientos como el de la Paloma Eucarística y es que nuestra Liturgia y nuestra tradición es tan rica que aún nos queda mucho por descubrir.