«Hijos, Yo estoy en Getsemaní por ustedes, y por Mi pueblo en el mundo entero. Estoy en Getsemaní siempre, por la Hora que se aproxima, la Hora dolorosa, tan terrible y aterradora. Hijos… ¿cuántos sobrevivirán? Por el Amor que siento por ustedes y por todos los hombres, estoy aquí en Getsemaní, pidiéndoles que vengan y velen Conmigo. Permanezcan en Getsemaní Conmigo, para que no se den por vencidos cuando llegue la Hora.»
A través de la preciosa devoción a la Sangre de Cristo que conmemoramos este mes de Julio hemos conocido el maravilloso regalo de “la Hora de Getsemaní”.
Nuestro Señor hace un llamado a todos sus escogidos para que permanezcan con ‘Él’, cada jueves, de 11:00 pm a 3:00 am del viernes (o por lo menos una hora dentro de este período). En este tiempo, se pueden llevar a cabo los cinco componentes de la Devoción a la Preciosísima Sangre, junto con la Santa Misa y la bendición (si fuera posible).En esta Hora de Getsemaní, los devotos compartirán la Agonía experimentada por Jesús en el Huerto de Getsemaní (Huerto de Los Olivos). La intención es obtener la Gracia para soportar el gran Castigo, y mantenerse firmes en la fe.
El Señor Jesús nos pide que pasemos al menos una hora con Él en Getsemaní, es decir quiere que los suyos velemos con Él junto a los Sagrarios de todo el mundo , nos suplica al igual que hizo a sus discípulos hace dos mil años que no nos durmamos y que permanezcamos en oración para no caer en tentación.
Jesús nos advierte de que hemos de ser fuertes para que cuando llegue la hora de la prueba no nos demos por vencidos y nos ofrece un arma más para que nos ayude, Él conoce nuestra debilidad, nos pide acompañarle en Getsemaní rezando el Rosario a la Preciosa Sangre de Cristo, haciendo las maravillosas oraciones de esta devoción , oraciones de Consolación al Divino Jesús, oraciones de Adoración, oraciones de Reparación por tanto daño, oraciones de Intersección por la humanidad y también por nosotros.
Nuestro Señor explicó que en este tiempo del mal, deseaba crear un tabernáculo viviente en nuestras almas para vencer la resequedad espiritual que vendrá.
El Cielo desea unir esta Devoción a la Sangre Preciosa de Jesús a las devociones más antiguas tales como la del Sagrado Corazón, la Divina Misericordia, y la Medalla Milagrosa en preparación para las potenciales calamidades.