María está muy presente en todo el camino de la venida del Señor. No podía ser de otro modo, pues el Hijo de Dios viene al mundo precisamente a través de Ella.
En los primeros días del Adviento celebramos una solemnidad de María, en la que celebramos conjuntamente la Concepción Inmaculada de María, la preparación radical a la venida del Salvador y el feliz comienzo de la Iglesia, hermosa, sin mancha ni arruga.
Está presente en los días feriales del 17 al 24 de diciembre. María se convierte en principal protagonista de las narraciones evangélicas. En estos días leemos todas las escenas que nos anuncian el nacimiento de Jesús, y en la mayoría de ellas María tiene un papel central.Actitudes a tener en cuenta en el Adviento
De espera y esperanza
Quizá sean las palabras que más resuenan en este tiempo, espera y esperanza. Esperamos la venida del Señor, y esperamos que su salvación se realice en nosotros y en nuestro mundo. Sabemos que esta esperanza no se realizara definitivamente hasta que llegue el Reino de Dios para siempre, al término de todo, en la vida eterna. Pero al mismo tiempo esta esperanza se realiza ya ahora pues Jesús nos enseñó que cada gesto de amor, cada dolor superado cada injusticia vencida, cada experiencia de confianza en Dios Padre, es ya la realización de su Reino. De aquí que al mismo tiempo que esperamos la vida nueva y definitiva que solo Dios puede dar, nos alegremos también de las pequeñas realidades de la vida nueva que se abren camino entre nosotros.
De preparar el camino del Señor
Es la consigna de Juan Bautista que ha de interpelarnos a nosotros. Si esperamos al Señor hemos de trabajar para que vaya haciéndose realidad aquello que esperamos. Tenemos que ponernos en camino de conversión de nuestros corazones y hacer lo que esté en nuestras manos para que nuestras vidas y nuestro mundo se acerquen cada vez más al proyecto de Dios.
De alegría
Estad alegres os lo repito estad alegres el Señor esta cerca. Esta consigna de San Pablo a hemos de hacer nuestra, y ello porque viene el Señor a salvarnos. En los profetas y en María vemos presente en ellos la alegría por la salvación de Dios.
De Oración
Para vivir lo que este tiempo de Adviento significa, para que entre de verdad en nuestro interior es muy importante la oración. Este tiempo es una especial invitación a levantar el corazón a Dios: para acercarnos más a Él, para desear su venida, para poner ante Él la debilidad de nuestra condición humana, para reconocer que sin El no podemos nada. Necesitamos Oración para que nos entre muy dentro la alegría de su presencia salvadora. Supliquemos con las primeras Comunidades cristianas: ¡Ven, Señor Jesús!.
De paciencia
El Adviento es una invitación a prepara camino al Señor sin desfallecer, aunque las cosas no salgan como quisiéramos. Así nos recuerda la Carta de Santiago: “tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros manteneos firmes porque la venida del Señor está cerca”.