Para celebrar la liturgia actualizando el Misterio de Cristo, Misterio de Salvación, los cristianos nos servimos de las cosas más elementales de la vida, porque a través de estos símbolos se expresan los varios aspectos de la Obra Salvadora de Cristo.
Uno de los elementos , tanto en la Biblia como en la Liturgia que se utiliza, es el aceite de oliva. Es el elemento fundamental de los Santos Óleos. Se utilizó desde muy antiguo para muchas acciones litúrgicas y ello porque resulta bastante expresivo su simbolismo en relación a los diversos dones de Dios y sus efectos espirituales. El aceite se ha convertido fácilmente, ya desde la Biblia, en símbolo de salud, de bienestar, de paz. Y, en nuestras celebraciones sacramentales, de los dones del Espíritu Santo sobre los bautizados, los confirmados, los enfermos, los que reciben el Orden sacerdotal.
En el Catecismo de la Iglesia Católica a este propósito se nos dice en los números 1293 y 1294:
“La unción, en el simbolismo bíblico y antiguo, posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundancia y de y alegría; purifica (unción o masaje antes y después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y luchadores); es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza.” (n.1293)
“Todas estas significaciones de la unción con aceite se encuentran en la vida sacramental. La unción antes del Bautismo con el óleo de los catecúmenos significa purificación y fortaleza. La unción de los enfermos expresa curación y consuelo. La unción del santo crisma después del Bautismo, en la Confirmación y en la Ordenación, es el signo de una consagración. Por la Confirmación los cristianos, es decir los que son ungidos, participan mas plenamente en la misión de Jesucristo y en la plenitud del Espíritu que éste posee, a fin de que toda su vida desprenda el buen olor de Cristo” (n.1294)
Es un signo muy Bíblico. En el Antiguo Testamento es apreciado por:
- a) Es considerado junto con el trigo y el vino como símbolo de bienestar y de los beneficios de Dios. El aceite da suavidad y alegría. Condimenta las comidas y da belleza y frescor a nuestros cuerpos. De aquí que se considere imagen de la paz y de la alegría. En el Libro de los Proverbios se nos dice: << aceite perfumado alegra el corazón, la dulzura del amigo consuela el alma>> (Prov. 27,9) y en el Salmo 132 aparece: << ved que dulzura y qué delicia convivir los hermanos unidos; es ungüento precioso en la cabeza>>, y en el salmo 44, 7-8 encontraos: <<El Señor Dios te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros>>
- b) El aceite da fuerza en los momentos en que más la necesitamos, sean deportivos, guerreros o espirituales, así encontramos dicho en el salmo 92 : “ tus enemigos perecerán …pero a mí me das la fuerza de un búfalo y me unges con aceite nuevo” (Sal 92,11)
- c) Se emplea para ungir, expresando algo profundo que viene de Dios, a los que más necesitan esa fuerza y esa salud para la misión que se les ha encomendado , y así encontramos en la Sagrada Escritura que eran ungidos: los reyes, “ tomó Samuel el cuerno de aceite y ungió a David …y vino sobre David el espíritu de Yahavé” (1Sam 16,13); los sumos sacerdotes, “ a Aarón y a sus hijos los bañarás en agua, tomarás el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y así les ungirás (EX 29,4ss); los profetas, “y a Eliseo lo ungirás como profeta” ( 1R 19,16)
- d) Aparece también en la Biblia que se ungen los lugares y las cosas que van a servir para el culto y quedan consagrados a Dios : la Tienda, el arca de la alianza, la mesa de los sacrificios y luego el Templo, así lo podemos ver en Levítico 8 y Éxodo 30
En el Nuevo Testamento el auténtico “Ungido” es Jesús de Nazaret, que recibe el nombre de “Cristo”, que en griego significa “Ungido”. En San Lucas se nos dice que Jesús se presenta como el Ungido por Dios en la sinagoga de Nazaret: “El Espíritu del Señor está sobre mi porque él me ha ungido.” (Lc 4, 18) En Hechos de los Apóstoles 10,38 encontramos que “Dios a Jesús de Nazaret lo ungió con el Espíritu Santo y con poder”. Dios le ha dado su fuerza y su poder, o sea, su Espíritu, para el cumplimiento de su Misión de Sacerdote, Profeta y Rey.
Nosotros, los creyentes, también recibimos esta unción.
En el Nuevo Testamento resuenan también otras direcciones en el uso del aceite: como combustible (en la parábola de las diez vírgenes, Mt 25) en ventajas cosméticas ( la mujer que unge a Jesús en casa del fariseo Mt26,7); su simbolismo de perfume espiritual, ser buen olor de Cristo (2 Corintios 2,15). Y aparece por primera vez la unción con óleo como gesto de un sacramento en la Carta de Santiago 5, 14: “¿está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor”
En próximo artículo seguiremos profundizando sobre la unción en la Liturgia y el simbolismo de la unción en los sacramentos, donde se emplean los Santos Óleos.