Comienza un nuevo año litúrgico, pero ¿ sabemos qué es el año Litúrgico? , Liturgia viene del griego Leitourgia, que significa servicio público, generalmente ofrecido por un individuo a la comunidad.
El Concilio Vaticano II nos la define como “El ejercicio del sacerdocio de Jesucristo”, podemos decir entonces que es la misión sagrada por excelencia, nada humano, ninguna oración o acción humana la puede igualar porque es obra de nuestro Señor Jesucristo y de su Iglesia, es la fuente primaria y el origen de la fuerza de la Iglesia, de la Liturgia mana el agua viva que los cristianos necesitan beber .
Ahora que ya tenemos idea de lo que es la Liturgia vemos que el año litúrgico consiste en la celebración de la vida de Jesús, pasando por todas las etapas desde su nacimiento hasta su muerte y no es algo que recordemos del pasado , por el contrario es un hecho único cada año , cada celebración es una Actualización del misterio de nuestra Salvación , una espiral nueva que nos lleva hacia el encuentro con Cristo.
El año litúrgico se compone de distintos tiempos , comienza por el Adviento , tiempo de espera y esperanza compuesto por cuatro domingos previos al día de Navidad, que es el siguiente tiempo litúrgico; tras la Navidad viene el primer tiempo Ordinario y tras él la Cuaresma, la Semana Santa y el Tiempo Pascual, el culmen de nuestra Fe, el origen de todo, después de la Pascua viene de nuevo el segundo tiempo ordinario y termina el año con la fiesta de Cristo Rey.
El año litúrgico no se ciñe estrictamente al calendario, se fija en función del ciclo lunar, la Semana Santa coincide con la fiesta de la Pascua Judía o Pesaj, se cree que la noche que el pueblo judío huyó de Egipto había luna llena lo que les permitió prescindir de las lámparas para no ser vistos por el faraón, por eso la Pascua judía se celebra siempre en Luna Llena ; la Iglesia fija su año litúrgico a partir de la luna llena que se presenta entre el mes de Marzo o Abril , cuando Jesús celebró la Ultima Cena con sus discípulos respetando la tradición judía era Pascua y por tanto había Luna llena, de esa manera se hace coincidir ese día con el Jueves Santo y de esa manera la Iglesia pretende que ese momento sea lo más fiel posible al misterio que celebra.
Al comenzar a vivir un nuevo año litúrgico los fieles necesitamos crecer en el conocimiento de la vida de nuestro Salvador, adentrarnos en sus misterios y en su obra salvífica y mediante las celebraciones que la Iglesia pone en nuestras manos , celebraciones de las cuales todos debemos formar parte activa aprovechando la gran fuerza de los Sacramentos, actualicemos y vivamos todos esos misterios de manera que podamos renacer a la vida de gracia con más fuerza y nos acerquemos un poco más al Amor con mayúsculas.