Estamos en España, corre el año 675 de nuestra era , se celebra el Once Concilio de Toledo, el rey visigodo Wamba se declara defensor de la Purísima Concepción de María , que afirma que María fue preservada del pecado original como lo fueron en un principio Adán y Eva. Tras Wamba, otros reyes hispanos, Fernando III el Santo, Jaime I el Conquistador , Jaime II de Aragón , Carlos I o Felipe II, fueron de igual manera fieles defensores de la Inmaculada Concepción de María.
Desde muy antiguo existen en España Cofradías creadas en honor a la Inmaculada , la más antigua de la que se tenga constancia es de Gerona y data del año 1330, vemos por tanto la gran devoción que existe en España a la Purísima.
Viajamos ahora hasta la noche del 7 al 8 de Diciembre del año 1585, los tercios españoles están siendo asediados en Flandes, los soldados a punto de ahogarse. La situación es crítica ; en ese momento de desesperación encuentran una tabla con una imagen de la Santísima Virgen que identifican con la Concepción, encomendándose a la Madre esa noche se produce el conocido como «Milagro de Empel», las aguas se hielan y los soldados pueden salir a sorprender a los holandeses venciendo finalmente en la batalla, los holandeses llegaron a decir «Dios está con los españoles » por lo extraordinario del hecho. Este milagro da origen al Patronazgo de la Inmaculada sobre la Infantería española y a partir de entonces se declara a la Inmaculada patrona de la Infantería .
Tras muchos trámites y por fin recibida la bula papal, el rey Carlos III firmó un Real Decreto de 16 de enero de 1761 titulado «Universal Patronato de nuestra Señora en el Misterio de su Inmaculada Concepción en todos los Reynos de España e Indias«.
Estos datos sorprenden en relación a los de la Iglesia Universal pues el dogma de la Inmaculada Concepción no fue aprobado oficialmente en Roma hasta el el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX.
En dicha proclamación debido a lo que la Iglesia de España luchó y defendió la idea de la Inmaculada Concepción de María y en deferencia al culto que ese dogma venía recibiendo ya en España desde tiempos inmemoriales , la Iglesia en nuestro país tiene el honor de celebrar la Inmaculada Concepción con la Casulla del sacerdote de color azul celeste, este pequeño detalle que parece no tener importancia es precioso, pues ni siquiera el Papa puede celebrar en Roma el día de la Inmaculada de azul, solo los sacerdotes en España tienen ese honor y privilegio por ser España la patria que reconoció y luchó por la Inmaculada Concepción de María mucho antes de que Roma lo declarase dogma.