Comienza en este Primer Viernes de octubre la celebración de los Nueve Primeros Viernes de mes al Sagrado Corazón de Jesús. Y estos Nueve Primeros Viernes del curso Pastoral 2018-2019 adquieren un relieve especial pues el 30 de mayo de 2019 de cumplen 100 años de la Consagración de España, nuestra Nación, al Sagrado Corazón de Jesús. Con este motivo se celebrara un Año Jubilar en el Cerro de los Ángeles, Madrid, desde diciembre del 2018 a noviembre del 2019. Tiene como lema este Año Jubilar “Sus Heridas nos han curado”.
Hermanos y Amigos la devoción al Corazón de Jesús nos invita a contemplar el misterio inefable del amor divino manifestado en Cristo.
La Devoción al Corazón divino de Jesucristo se empezó a practicar, en su esencia, ya en los principios de la iglesia, pues los Santos tuvieron muy presente, al honrar a Jesucristo, que había manifestado su Corazón, símbolo de su amor. Con todo, esta devoción, en su forma actual, se debe a las revelaciones que el mismo Jesucristo hizo a Santa Margarita María (1649-1690), sobre todo cuando el 16 de junio de 1657, descubriéndole su Corazón, le dijo:«He aquí este Corazón que ha amado tanto a los hombres, que no ha omitido nada hasta agotarse y consumirse para manifestarles su amor, y por todo reconocimiento, no recibe de la mayor parte más que ingratitudes, desprecios, irreverencias y tibiezas que tienen para mí en este sacramento de amor. »
El Corazón de Jesús nos muestra a un Dios que nos ama siempre; y de forma gratuita; no es Él el que necesita de nuestro amor, sino que somos nosotros los necesitados. Por eso nos ama incondicionalmente y no por nuestros méritos. Él nos ama siempre, como lo vemos reflejado en el Padre de la parábola del Hijo Pródigo, que no deja de salir a la puerta para ver si volvemos a su regazo. En el costado de Cristo podemos escuchar la llamada de nuestro Dios para acudir a Él y dejarnos curar las heridas de los pecados con el bálsamo de su perdón.
La contemplación del Corazón de Jesús nos llama y nos invita a coger la mano de Cristo, más bien a dejarnos coger por Él, a beber de su costado para poder así caminar por los caminos de la donación y de la entrega. Su Corazón es fuente de fortaleza para superar las dificultades de la vida y poder caminar en la verdad, en el amor y en la esperanza. Del costado abierto de Cristo abierto brota un aliento que disipa los egoísmos, las mentiras y todo aquello que nos impide salir al encuentro de Dios y del hermano.
El Corazón de Cristo nos hace hoy una llamada a nuestro corazón y nos invita salir de nosotros mismos, a dejar a un lado nuestras falsas seguridades humanas para fiarnos plenamente de Él y, siguiendo su ejemplo, hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas para nuestros hermanos.
Os invito a cultivar esta Devoción, nos hará mucho bien y nos ayudará a vivir más centrados en Jesucristo, dejándole que El ocupe del centro de nuestro corazón y así seamos más plenamente felices viviendo cada uno desde la vocación a la que Dios nos ha llamado.
Con motivo de este Centenario y como preparación a su celebración recorrerán España las Reliquias de Santa Margarita María de Alacoque. Será un momento de Gracia. En nuestra Diócesis estarán el jueves 25 desde las tres de la tarde hasta el viernes 26 de octubre a las diez de la mañana. Quiero terminar con las Doce Promesas que el Corazón de Cristo le hace a Santa Margarita y que se encuentran esparcidas en sus escritos
- Le daré todas las gracias necesarias para su estado de vida
- Estableceré la paz en sus hogares
- Le confortaré en todas sus aflicciones
- Seré su refugio seguro durante la vida, y sobre todo, durante la muerte
- Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas
- Los pecadores encontrarán en mi corazón la fuente y el infinito océano de misericordia
- Las almas tibias serán fervorosas
- Las almas fervorosas alcanzarán rápidamente una gran perfección
- Bendeciré cada lugar en el cual una imagen de mi corazón se exponga y se honre
- Daré a los sacerdotes el regalo de tocar los corazones más endurecidos
- Aquellos que promuevan esta devoción, tendrán sus nombres escritos en mi Corazón
- Prometo desde la excesiva misericordia de mi Corazón que mi amor todopoderoso concederá a todos los que reciban la Santa Comunión en los Primeros Viernes durante nueve meses consecutivos, la gracia de la perseverancia final, no morirán en mi disgusto, tampoco sin recibir los sacramentos. Mi divino corazón será su refugio seguro en el último momento.
Adolfo Álvarez, Sacerdote